viernes, 9 de julio de 2010

Capítulo ventiseis

Si ella supiera la cantidad de chicos que desearían estar a su lado, mirarla, besarla o simlemente hablar con ella, le daría un ataque de nervios nada más de pensarlo. Pero ni siquiera tiene una vaga sospecha. Eli vive en su mundo y tiene una pompa solo para ella nose si tu conocerás a una persona parecida pero si es así no tengo nada que decirte, ella es especial solo le importa la felicidad y siempre hace lo mejor,nunca se equivoca parece que ha sido elegida para hacer feliz a la gente y a ella no le preocupan los problemas a no ser que sean de matematicas, eso es ya entrar en otro terreno. A veces cuando le estoy hablando la miro para ver si me está escuchando y es como si no estubiese, suele estar pensativa y mira a la nada pero luego sin saber como me da la contestación correcta la exacta como si alguien se la susurrara al oido, es extraño pero es realidad. No se como voy a poder vivir sin ella, sin esas pequeñas cosas, tan insignificantes pero tan imprtantes en mi vida. No me puedo creer que pasado mañana ya no la volveré a ver,cada mañna, cada tarde, jrnadas completas de sábos en el centro comercial, sesiones de estudio, peleas con mi madre y ella de parte de mi madre en vez de la mia, que nos regunten si somo mellizas, que riamos hasta que nos duela la tripa por simples tonterias, hacer deporte con su abuela, hacer de modelos por la gran via. Enseñarla a montar ne patín y ella enxseñarme a caminar recta,  son tantas cosas vividas que jamás se olvidaran.

Capítulo veinticinco

Subimos arriba y nos echamos unas fotos con el señor Ronald. Quién quiera que fuese este tal R.Mcdonal estaba triunfando esta noche.
 Cuando acabron las fotos decidí ir al baño, me estaba haciendo pis, ya no me podía aguantar más. Pero el payaso me abrazó y no me pude deshacer de él. Comenzaron de nuevo los flashed, creo que me echaron sobre unas cincuenta fotos y en todas salia abrazada de ese cansino payaso y claro está, con la sonrisa más falsa en la hisoria de la sonrisas.
 Al fin me soltó y Carlos me dijo que tenía que hablar conmigo y mientras caminabamos a un sitio más tranquilo yo rezaba por que no fuese otro que se iba a declarar. Sería horrible, ya me tendría que tirar por la ventana o algo.¿ Como me podían ver guapa con un esparadrapo en la frente y un trozo de tirita en la barbilla?, empezaba a cuestinar eso de que los chicos solo se fijan en ls delanteras y en el trasero. Yo no tenía mucho de esas dos cosas que digamos
-Vicky, voy a ser directo y tte lo voy a contar todo.
- A ver, sorprendeme...- me tapé la cara. No podía soporta más, ojalá que no sea lo que yo pienso solo digo eso.
-Que tu me has gustado desde siempre per al ver hoy a Eli he cambiado de opinión. Ella es tan lista, guapa y creo que si yo le gustase podríamos salir juntos.
Mientras hablaba, con cada palabra que decía me iba haciendo un poco más feliz y cuando acabó le solté un beso en la mejilla y un abrazo.
-No sabes la alegría que me has dado.- Carlos me miró aturdido.
-¿Por qué?.- Consiguió decir.
- No, por nada, es una larga historia. Bueno, ¿vamos a lo que me has dicho?
-Sí, ¿le puedes decir algo sobre mí?, dile si le gusto, hablale de mí y tu ya sabes.
- Haré lo que pueda, pero que sepas que antes la he visto tonteando con Guti. Yo le preguntaré primero si tiene algo con él. Si se han enroyado, van a salir o están saliendo, te alejas de ella ¿me estás escuchando? no vayas a hacerle daño o jamá te lo perdonaría.
-Vale. Tú tranquila, yo nunca le haría daño.
-Así me gusta, espero que eso sea verdad y lo mantegas siempre.

Subí a la fiesta y busqué a Eli. Seguía en la mesa con Guti me la llevé arrastrando de allí y nos encerramos en el baño.
- Cuentame todo hasta que te duela la boca de habar.
Eli parecía echizada y tenía la mirada perdida, me ignoraba.
-¡Eli!- Grité y luego la zarandeé, pero ni caso.
-Elizabeth Martínez, sal de tu encantamiento ahora mismo.- Le pellizqué en brazo.
-¡Ay!- ¿Quieres dejar de hacer eso?.- me recriminó.
-¿Que te pasa?
-Guti.- supiró embobada.
-¡Ag!, debí de haberlo imaginado. Guti, Guti y Guti, ¡maldito seas Gutierrez!.- Grité. Eli se sobresaltó
-Eeeh, deja de gritar de esa manera.
-No puedo, te ha dicho cuatro tonterías y mirate. Estas...¿atontada?, si , exactamente esa en la palabra. No puedes ser tan tonta Eli, despierta.- Di una palmada y se volvió a asustar.
-Llevas razón. Volvió la Eli de siempre.
-¿Estaís saliendo?.- Pregunté.
-¡Si!.- me cogió la cara.- Me cogió la cara.- Me ha pedido salir, ¡a mí, Vicky, a mí!
- Vaaaale.-dije rendida.-Parece que estás muy ilusionada, pero...no dejes que te rompa el corazón
-No te preocupes, he tenido una buena profesora, aunque no te lo creas se como hacer para que coma de mi mano.- Nos reímos y Eli abrió los brazos para darme un abrazo.
- Jamás te olvidaré.- Susurré para mí, pero ella tambien lo escuchó.
-Ni yo...-La abracé más fuerte. Se veía a leguas que no me podría olvidar de ella. Una amistad así nunca se olvida, en la vida. Y una niña como ella mucho menos.

jueves, 8 de julio de 2010

Capítulo veinticuatro.

-¡Ehh!, Dani, déjame pensarlo,¿vale? . Mañana te contesto, ¿si?
-Esta bien, pero piensalo.

Por fin me pude tirar por el tobogan. Jamás había deseado tanto hacerlo, en cuanto salí fui a buscar a Eli pero...¿como le iba a decir que Dani se me había declarado y yo no lo quería? Se sentiría mal, ella siempre lo había querido, siemore le ha gustado Dani y creo( aunque nunca me lo ha dicho pero se nota como lo mira) que hasta está enamorada de él.
Tenía una idea. Si le decía a Eli que Dani me había dicho que la quería, ella pensaría que le toca dar el siguiente paso y si le decía a Dani que alguien lo uscaba en el cuarto de baño, él iría, yo le diría a Eli que Dabi la espera en el baño y luego los encerraría, y entonces..¡zas!, podría ocurrir algo entre ellos. Eso es lo que iba a hacer, seguro que si Dani conoce más a Eli se enamora de ella.

Avancé abriendome paso a través de la gente y no creía lo que visualizaban mis ojos. Esto era maravilloso. Guti y Eli estaban tonteando. Me perdía un momento y mi mejor amiga se echaba novio...¡buah,que pasada!, tendría que perderme durante más tiempo.
Guti siempre la ha tratado bien y es muy guapo pero yo no me fio ni de mi sombra aunque ensandolo bien, sería un buen partido si lograra salir con él, ahra que los veía juntos me daba vuenta de que hacían muy buena pareja.¡Si, señor!, esta era la mejor fiesta de mi vida

Bajé las escaleras y le pedí un mcflurry-kitkat a la mujer que había en la caja. Esperé sentada en un sillón hasta que me lo diera, porque no era plan de decirle que me lo subera arriba, ¿como me iba a encontrar?, imposible, había demasiado follón. Tardó un buen rato y mira que eso se hace en nada, lo que pasa es que estaban ocupados limpiando la cocina o eso fue lo que me dijo para excusarse.
Los mcflurry me chiflaban. Yo no podía ir al mcdonald y no salir cn un mcflurry en la mano. Siempre que venía a comer después me tenía que pedir un helado aunque fuese invierno, eso no me importaba. Eli dice que yo estoy loca y la verdad es que no le quito la razón. Muchas veces he venido antes de ir al instituo y me he comprado uno jaja. En la vida he probado un helado tan bueno.

Subiendo las escaleras me encontré con Carlos
-¡Vicky!...por fin te encuentro. ¿Quieres echarte una foto conmigo?
-Claro que sí, vamos.- ¿Quieres echarte una foto conmigo incluía también a  Ronald mcdonal, esta noche él era el rey de la fiesta y todos los flashed apuntaban hacía Ronald.

viernes, 7 de mayo de 2010

Capítulo veintitres.

SOFIA TE DEDICO ESTE CAPITULO, por estar ahí siempre a ver si sigo subiendo capítulos. Un beso! :)


Dani me miraba mientras que salía y me llamó cuando estube fuera.
-¿Puedo hablar contigo?
-Claro. Dime.- Dani miró a nuestro alrededor. Todo el mundo bailaba y la música no era una buena compañía para hablar.
-¿Qué te parece si vamos ahí?-Señaló con la vista el tobogan de los niños pequeños.
Yo miré el parque y contesté:
Si, ¿por qué no?.-No tenía pensamientos de subirme y realmente me planteé si caberiamos ahí dentro, pero no le iba a decir a Dani que no, parecía preocupado.
Nos metimos y nos sentamos en un sitio que había redondo de muchos colores, normal el parque del Mcdonald siempre ha sido de muchos colores.
Al sentarme miré por un tobogan y había un chico y una chica enroyandose. Dani también se dio cuenta.
-¿Quieres ver como salen pitando?.-Dani se rió y me miró para ver lo que se me había ocurrido. Me asomé al tubo y grité:
-¡Eh, vosotros!, iros a un hotel que por aquí se tienen que tirar después los niños. Los dos dejaron de besarse y me miraron. Yo los salude con una mano y les dije:
-¡Vamos no seais cerdos!.
-Será gilipollas.- Murmuró el chico y Dani y yo explotamos a carcajadas mientras se iban.
Cuando dejamos de reír me di cuenta de que Dani me miraba de una manera extraña. Agaché la vista a mis zapatos, incomoda por tener su mirada encima.
-Bueno, ¿y qué era eso de lo que querías hablarme?. Date prisa, seguro que Eli me está buscando.
-Mmm...Vicky.-Miró mis zapatos.- No se como decirte esto....-Algo me empezaba a oler mal.- Iré al grano ¿si?.
-Espera.- Le puse la mano en la boca para que se callara.-Me está sonando el movil.- Se lo enseñé y levanté los hombros a modo de: ¡¿y yo que le hago?!
-Digame.
-Vicky,¿donde estás?.- Era Eli.
-Aquí en el mini parque este, ¿por qué?
-Carlos te está buscando.
-Ok, ahora voy.- Colgué.


-Dani me tengo que ir ;Carlos me está buscando.
-Pero vicky...escuchame, necesito decirte algo.
Me iba a tirar por el tobogan pero sus palabras hicieron que me sintiera culpable. Él quería decirme algo y yo huía como una cobarde para no tener que escucharlo.
-Venga, bah, más te vale ir al grano.- Ya sabía lo que me iba a soltar, lo único que no me podía esperar era como lo iba a hacer.
-Yo...yo llevo tiempo intentando decirtelo y me sorprende que no te hayas dado cuenta, pero es que no se...yo no se como ha pasado, no era mi intención, dijimos amigos pero creo que me he enamorado de tí. Cada risa tuya.- Me miró a los ojos.- Cada mirada, cada sonrisa o un simple gesto me hace quererte aún más.


¡¡¡¡¿¿¿¿¿Es que en  mi vida no había salidas de emergencia o qué?????!!!!
Ahora es cuando más necesito esa puerta en la que  cuyo cartelito pone: " SALIDA DE EMERGENCIA"


-Mmm....-me estaba muriendo de la verguenza, él era mi mejor amigo, como un primo, no mejor, como un hermano.- Dani tu y yo somos como hermanos.- Le solté sofocada.
-No, así es como me ven tus ojos, pero intenta buscar ahí dentro y dime lo que sientes por favor, no me engañes. Dime si algún día te verás saliendo conmigo.
¿¿Qué le iba a decir??, en estos momentos era en los que más odiaba ser hija de papá y mamá.
 En este tipo de situaciones mamá no sabía decir "no" y directamente decía "si" y papá cuando no podía decirlo intentaba escapar, huir de sus problemas hasta que lo conseguía, porque a papá siempre le salía todo bien.
Todo eso por desgracia lo había heredado de ellos. Por una parte quería decirle que sí,  pero no porque me gustase si no porque quería pasar rápido esta situación. Y por otra parte deseaba desaparecer por arte de magia. De echo si se abirera aquí mismo un agujero me tiraría sin dudarlo, no me preocuparía donde fuese a parar, porque seguro que sería a un sitio más apetecible que este o eso creo...

martes, 2 de marzo de 2010

Capítulo veintidos

Sonreír cuando no te apetezca y mentir para no hacer daño a la gente que quieres, me decía siempre papá, pero cuando la gente no te conoce, o mejor dicho cuando no quieres que la gente te conozca, ¿que haces?, cuando crees que solo pocos te pueden entender estás perdida, navegando por un mundo al cuál no perteneces, sabiendo que esas personas te han fallado, que ese chico ya te ha olvidado o peor aún , nunca te olvidará, si tienes miedo a enseñarles lo que tienes, miedo a que se encariñen contigo, miedo a amarlos demasiado como para dejarlos ir, es cuando ya si que puedes decir que le tienes miedo al futuro, a tu destido, miedo a aquello que te sucederá, miedo a quedarte sola, miedo a amar sin darte cuenta, a querer a papá, a que el tambien te quiera pero luego te vuelva a fallar, ¿que haces?, ¿dejas que otro papá más bueno te conozca?, pues no, él falló y por culpa de su erros así soy yo, alguien valiente pero que por dentro se muere de miedo, alguien fria, pero a la que  se le escapan las sonrisas, alguien que busca algo mejor en un mundo que le tiene grandes regalos escondidos en el fondo del armario, en el mismo armario y justo en el mismo sitio qué papá tenía escondido el traje de Papá Noel.
-¿Qué por qué no dejo que las personas me conozcan?- Repetí su pregunta y me quedé pensando. ¿Por qué me hacía esto?, yo no le he echo daño a él, ¿por qué me ataca con eso?, ¿por qué se mete en una guerra que no sabe ni siquiera con que armas se juega?, me gustaría gritarle a la cara que lo odio más de lo que él piensa, ahora mismo me encantaría pegarle otro puñetazo.
- Ese no es tu problema.- Conseguí decir. Puse la vista en el espejo y  me di cuenta de que mis ojos estaban humedos, él me había echo llorar,¡ Te odio, gilipollas!, quise escupirle en la cara pero no pude.-¡Ahí tienes tu dichosa respuesta!.- le dije con desprecio. Intenté abrir la puerta pero él se había apoyado y no me dejaba.
-Dejame salir o gritaré.-Le amenazé evitando encontrarme con su mirada, ocultando mis lágrimas, escondiendo algo que él nunca sabrá.- Tú me has dicho que si te contestaba me dejarias tranquila, cumple tu parte del trato.
-Ya, pero tu respuesta no ha sido válida.
-Qué no te haya gustado no significa que no haya sido válida.-Alguien intentó entrar en el baño y al ver que no podía golpeó la puerta y Alex se apartó.
-Pasa, Lucía.- Era Dani quién había golpeado la puerta para que las chicas pudieran entrar pero cuando nos vio se quedó mirando. Como haciendose una idea de lo que habíamos echo aquí dentro. Me miró a mí, luego a Alex y por último otra vez a mí.
-¡Nooooooo!, ¿como puedes pensar eso?.- Dani creía que me había liado con Alex, lo podía leer perfectamente en sus ojos.
Me deslicé entre las chicas para salir de allí y antes de hacerlo me despedí de Alex. Levanté la mano y moví los dedos con una sonrisa en la boca. Chao, amiguito, estoy fuera.
-Me ha encantado hablar contigo.-le dije y él me hizo un gesto grosero con el dedo.
A pesar de haberlo pasado mal ahí dentro, he sabido controlar bien la situación, podía haber roto a llorar pero así no era yo o mejor dicho así no me comportaba yo.
Alex seguía sacandome el dedo.
-Yo también te quiero. Hasta luego.-Le lancé un beso. Admito que todo esto lo hacía para ver su cara. Es que le daba tanta rabia que yo siempre saliese ganando que se tiraba de los pelos cuando yo no lo veía. Era más que divertido darse la vuelta y pillarlo mordiendose el puño o algo así.

lunes, 1 de marzo de 2010

Capítulo veintiuno

Yo jamás había llevado tacones hasta hoy, y vestido...bueno solo me ponía vestidos en ocasiones muy especiales. 
Me aguequé el pelo. Las peluqueras habían echo un buen trabajo; me lo habían ondulado y en el flequillo me habían encho una trenza hacias atrás, ¡me encantaba!, el color naranja parecía más intenso.
Me alisé el vestido y me bajé de los tacones un segundo.
Mi vestido era rojo con adornos marrones y  no era muy pegado. Me volví a subir en los tacones y me tube que agachar para ponermelos, aunque no me dolían los pies preferia tres mil veces mis tenis Nike. Al levantarme miré al espejo y vi a Alex que estaba detrás mía. Grité.
-¿Qué estás...?, me has asutado, ¿cuando has entrado?
-Cuando te has agachado.- Contestó con tono burlón, como diciendo que soy tonta al no saberlo.
-Ah, vale, entonces está bien, entras sin hacer ruido cuando yo me agacho y...¿qué buscas en el baño de las chicas?
-¿Por qué me pegastes?
-¡Vaya!, qué es por eso.
-Mmm...-Me puse la mano en la barbilla pensativa.
-Escúpelo ya, quiero saberlo.
-¡Ah!, ya sé, porque besas como un chucho.-Mentí. Él besaba realmente bien.
Se rió y se sentó en el marmol del lavabo, yo abrí la puerta para salir...
-No te vayas o...
-¿O qué?.- Me quedé parada, de espaldas, a ver que decía.
-O si no me dejarás claro que estás evitandome porque temes enamorarte de mí.
Me di la vuelta, cerré de un portazo y me apoyé en la puerta cruzandome de brazos.
-¿Qué?, ¿qué es lo que quieres?, ¿nos quedamos aquí toda la noche para qué así pienses que no te evito?
-No.
-¿Qué?.- Me quedé pillada.
-Que no.-Dijo totalmemte tranquilo, me daba la sensación que había venido con el plan muy bien estudiado de casa.-
- A ver, niño, tu has insinuado que yo te evito porque temo enamorame de tí.
-Ajá.
-Ja,ja,ja.- Reí a caso echo, falsamente.- Perdona pero no estás tan bueno como para eso.- Mentí más aún. ¡Claro que estaba tan bueno como para eso!, en realidad no estaba bueno, estaba buenisimo pero bastaba que se lo dijera alguien para que se lo creyera más de la cuenta.
-Entonces, ¿qué si no?, a mi me pareció que te gustaba el beso, es más si no recuerdo mal, me lo devolvistes,¿no es así?
- No te equivoques, me obligastes a besarte.- Me puse seria.
-Ese es el tema. Yo te obligué pero tu lo seguistes.
- Mira, ¿sabes qué?, olvidame. Esto es de locos.- Abrí la puerta de nuevo.
-Un segundo, solo quiero hacerte una pregunta y te dejaré tranquila.- Saltó del lavabo y cerró la puerta poniendose cerca de mí.
-Me dejarás tranquila.-Eso no era una pregunta, era una afirmación, una orden.
-Si.- Prometió.
-Pues trato echo.-Total no sería difícil de responder; este tenía la cabeza hueca no le daría para mucho.
-¿Por qué te pones un escudo?, ¿por qué no dejas que la gente te conozca?, ¿ a qué tienes miedo?.- Me soltó eso de golpe y yo me quedé un poco confundida, me sentí incomoda, no por como lo dijo si no por las respuestas, eran mías de nadie más, nunca le iba a responder con siceridad a eso.
-Eh, eh ,eh, para esa boquita; has dicho una pregunta y has echo tres. Si quieres que te responda elige una.- Conseguí arreglar algo.
-¿Por qué no dejas que la gente te conozca?....-Se mordió el labio impaciente y yo me quedé pensando.

domingo, 28 de febrero de 2010

Capítulo veinte

- Un momento.- Eli dejó de reír.-¿Qué hora es?.
Busqué el movil y miré la hora.
-Son las...diez y cuarto.
-¡Oh!, no, tenemos que darnos prisa, nos esperan.
-¿Quién nos...?.- Eli se giró y me tapó la boca.
-Cierra el pico y sigueme.
Agarré todas las bolsas y corrí detrás de Eli que también iba cargada de bolsas.
                                                     
                                    ***

Me quedé parada delante del  Mcdonalds y Eli entró sin darse cuenta de que yo no la seguía.A los cinco segundos salió confundida y extresada.
-¿Por qué te quedas ahí parada?
-Voy.-Pasé delante de ella.
-¿Qué hacemos aquí?.-Pregunté pero como solía hacer, ignoró mi pregunta.
-Por ahí, vamos, muevete.-Subimos las escaleras y...todo estaba lleno de gente, gente que yo conocóa y que se habían quedado mirandonos. Eli se colocó a mi lado.
Algunos nos miraban sorpendidos, otros entrcerraban los ojos para ver si eramos nosotras y ellas simplemente nos miraban de arriba abajo.¡Madre mia!, tampoco habíamos cambiado tanto, aunque con estos tacones era casi igual de alta que Alex y mira que me sacaba una cabeza... o dos, quién sabe.
Eli agitó las manos para hacerlos salir de su encantamiento y dijo flojito:
-¡Sorpresa!.- Luego se escuchó: " SORPRESA", todos a la vez como deberia de haber sido al principio.
Yo miré a mi alrededor distraída  y vi una pancarta que decía:
"Alex, Vicky, adios o mejor dicho hasta pronto, os echaremos de menos"
Busqué a Alex entre todas la personas y lo encontré, me miraba fijamente, esta vez no quitó la vista como solía hacer cuando lo pillaba mirandome si no que me miró aún con más fuerza, a los ojos.
Toqué el hombro de Eli con la mano, pero esta no me hacía caso. Estaba hablando con Estafanía la de arte dramático mientras que yo le intentaba aguantar la mirada a Alex. ¿Por qué no dejaba de mirarme ya?, yo no podría aguantar durante mucho tiempo, me intimidaba. Encendieron la música y Alex y yo seguimos mirandonos, era una especie de a ver quién puede más, lo podía ver en sus ojos.
Le pegué un pellizco a Eli y por fin me hizo caso.
Ganó él, le quité la mirada a Alex y dejó entrever una sonrisa de saisfación,¡será capullo!
-¡Ay!, ¿y a ti que te pica?
-¿Por qué está Alex aquí?
-¿Qué?.-Preguntó Eli. Con la música no se podía oír nada.
-Qué, ¿porque. está. Alex. aquí?
-Pues Vicky porque también es su fiesta, al fin y al cabo tiene derecho ¿no?
-Pues no.- Me crucé de brazos y Eli levantó la cejas.
-¿Puedes dejar de ir contra el mundo y pasartelo bien?, es tu noche, lucete, no seas paranoica, no pienses en él y punto.
Le puse mala cara y ella se dio la vuelta para seguir hablando con Estefanía. Yo me acerqué a la gente para saludar.
Todo esto era espectacular, aunque algo patetico, todos vestiamos con nuestras mejores galas, los chicos llevaban traje y corbata y la chicas...¡ iban bastante aregladas con vestidos chulisimos de tiendas de la zona!, igual que nosotras que parecíamos salir del estreno de alguna peli. Esto era un Macdonalds no un restaurante caro. Reí para mí. Me gustaba esta fiesta.
Habían alquilado la parte de arriba. Todo el mundo sabía que el Macdonalds era mi perdición, habían escogido bien al organizar todo esto.
Sirvieron miles de hamburgesas, coca colas, helados...todo lo que se podía comer en un Macdonalds, y después de comer todo el mundo baila o se tiraban por el tobogán como niños pequeños, recordando viejos tiempos.

-¡Ostia!.-Recordé que mamá le haía dicho a Eli que estubieramos en casa a la diez. Me encerré en el baño y marqué el número de mamá que el era el único que me sabía de memoria.
-¿Si?
-Mamá, soy yo, que se me ha olvidado llamarte, yo no lo sabía pero cuando he entrado estaban todos y gritaron sorpresa y entonces...
-Vicky, Vicky, Vicky, para el carro, lo sé todo, ¿por qué si no te iba a dar la tarjeta de crédito? Eli me lo contó, cálmate.
-¡Uf!, menos mal, creía que me estarías buscando.
- No.Tú pasatelo bien y disfrutad de la fiesta, adiós.
-¿Cómo que disfrutad de la fiesta?.¿Por quién lo dices?
-Por todos, Victoria, por todos...aunque era por Alex pero cualquiera te dice algo, me hariaís muy feliz si algún día lograrais llevaros bien, anda adiós, "pasatelo bien".-dijo lo último con cierto rintintín y yo sonreí.
-Adiós, mamá. Un beso.
Colgué y abrí el grifo para lavarme las manos que las tenía pegajosas, me miré en el espejo grande que había y una vez más me sorprendí a mi misma.

Capítulo diecinueve

Comencé por abajo. Llevaba unos zapatos altísimos, el tacón era de aguja y la punta redonda. Eran negros, enteros cubiertos de lentejuelas, impresionantes.
Su vestido era más que increible, la parte del pecho era negra y pegada, lo demás con volantes de dibujos morados, negros, azul electrico...
Eli dio una vuelta sobre sí misma sonriente, radiante de alegría y mis ojos se detubieron en su pelo, suelto, divertido, al compás del aire de su sonrisa.  Aunque lo veía todos los días ahora parecía más bonito, con brillo, completamente liso y con su suave y achispado color rubio albino.¡Pues el mismo de siempre!, ese que te invitaba a mirarla dos, tres, cuatro, diez veces; El mismo que le caía hasta la mitad de la espalda.
Le habían peinado la raya hacia el lado derecho y lo otro se lo habian recogido hacia atrás.
Luego me detube en su cara; se había maquillado super bien, parecía otra. Tenía el cutis perfecto, parecía de porcelana, y los mofletes los tenía levemente ruborizados...¡geniales!, sus ojos ya eran estupendos a través del cristal de las gafas pero es que ahora entre el maquillaje y el color azul celeste,¡eran aún mejor!
Yo no conocía a esta Eli. Físicamente no era la misma.
-¿Y bien?.-Levantó una mano y la otra la colocó en su cintura como cuando una modelo posa para una fotografía.
-Estás...estás...¡más que fantástica!.¿Te has puesto lentillas?
-Si,¿a que no se nota?.- Se acercó a mí y abrió los ojos de par en par. Era la primera vez que la veía sin gafas. Aunque no le quedaban mal, estaba mucho mejor sin ellas.
Nos giramos para vernos en el espejo y dijimos a la vez.
-¡¿Preparadas para romper corazones?!.- Ambas nos giñamos el ojo y rompimos a reír, divertidas, confidentes, jovenes ingenuas, nuevas, novatas en casi todo lo que nos podamos encontrar ante nosotras, espectantes ante nuestro destino, alegres, distraidas, escoltando secretos, y ante todo, las dos sin saber que en nuestro camino ya está escrito que no saldremos ilesas, nadie nos ha dicho aún que no caeremos, pero si que nos han repetido desde pequeñas que si lo hacemos somos lo suficiente fuertes como para volver a levantarnos. Arrastrar con una vida en la que todo no es bonito, pero en nuestro caso, aunque ni siquiera nos podemos hacer ua idea habrá demasiadas victorias, conquistas, dominos y sobre todo eso resalta la palabra: "Triunfo", el triunfo de alguien que no busca nada, simplemente desea vivir para ella, sus amigos, su familia, sin querer ser especial acabando en el podium más alto de la fama.

viernes, 19 de febrero de 2010

Capítulo dieciocho.

El camarero vino pronto con las bebidas y no tardamos mucho en tomarnoslas. Cuando acabamos seguí a Eli hasta...
-¿La peluquería?
-Si, ¿a que es genial?
Nos habíamos comprado un vestido cada una(lo suficientemente elegante como para acudir a la alfombra roja con ellos), un par de tacones altísimos, maquillaje nuevo, ¿y ahora la peluquería?, esto era un poco raro.
-Si; pero..¿a qué viene todo esto?
-¿Qué hora es?.-Preguntó ignorando mi pregunta.
-Las nueve en punto.
-Perfecto; Nos queda una hora, hay que darse prisa.- Me cogió del brazo y tiró de mí. Entramos en la peluquería.
-¿Nos pueden coger?.- Preguntó Eli con decisión , sin ponerse roja, con picardía, como debía de ser.
La peluquera miró hacia atrás para ver la gente que tenía, luego miró a Eli y se quedó dubitativa.
-¿Solo para peinar?.- Preguntó con simpatía.
-Exacto.- Eli le regaló la más dulce de sus sonrisas.
-Venga, os heremos un hueco.- La chica sonrió divertida.
-¡Chachi!.- Exclamó Eli.
Nos sentaron una al lado de la otra y  llegó el momento de comenzar el interrogatorio.
-¿Eli?
-Dime.-Giró la cabeza para verme.
-¿Para qué nos queda una hora?
-Pues porque tu madre me dijo que estubieramos a las diez en tu casa.
-Ah.-dije confundida.-¿Cuando fue eso?
-Cuandooooo, tu madreee, me abrioooo, ¡la puerta!.- Respondió desesperada.-¿Vas a dejar de hacer preguntas tontas?
-Vale, tranquila, no te sulfures.
-Pues ya está, cuando yo te diga algo, no preguntes, ¿entendido?
-Entendidoooooo.- Me costó decirlo pero al final lo conseguí con desgana.

Nos lavaron el pelo, nos pasaron a otros asientos, nos peinaron, y...¡et voilá!
Pagué con la tarjeta y salimos de la peluquería. 
Miré a Eli.
-Estas guapísima, Eli.
-Shssss, tú también, vamos, ahora si que es de verdad, queda lo mejor.
Fuimos a los servicios del centro comercial y Eli me obligó a ponerme lo que habíamos comprado. Me empujó para que me metiera en el aseo y me dejó las bolsas en el W.C.
Me cambié de ropa y salí.
Eli estaba esperando y me daba la espalda. Me aclaré la garganta para llamar su atención y se dio la vuelta. Al verla de pies a cabeza con esa ropa y ese peinado me quedé alucinada. Al perecer ella también también se había sorprendida al verme a mí. Parecíamos dos niñas pequeñas a las que les habían comprado los vestidos de sus princesas favoritas y se los habían cambiado. Yo envidiaba se vestido y ella el mío.
-Estás espectacular.- Susurró boquiabierta.
Yo la miré; me no me salían las palabras. Necesitaba describirla mentalmente para encontrar un adjetivo adecuado.

jueves, 18 de febrero de 2010

Capítulo diecisiete

Cogí deprisa unos vaqueros, una chaqueta adidas, una camiseta básica y mis tenis Nike. Corrí a encerrarme en el cuarto de baño.
Al cabo de cinco minutos salí y caminé hasta mi cuarto en silencio.
-¡Aaaaaaaaaah!.-Se me escapó un grito inesperado.- Me has asustao.
Eli me miró de arriba abajo.
-Eres un desastre. Anda, vamos,¿qué te has echo en el pelo?, estas horrible.
-¡Gracias, Eli!
-Te digo la verdad.-levantó las mano y luego se tiró en mi cama.-¿por qué lo tienes así?
-Ni idea, supongo que será de llevar el moño.
-Pues recogetelo por lo menos, estarás mejor.- Bajamos las escaleras y me hice una coleta caída, hacia el lado.
-Llevas dinero ,¿verdad?
-Pues no.- Eli se dio la vuelta y me paró con una mano.
-¡Stop!, definitivamente eres un desastre.
-Emma-Llamó Eli; y como por arte de magia mamá apareció con el monedero en la mano. Lo abrió y...
-¿Me das la tarjeta de crédito?.-Pregunté extrañada.Eso no era propio de mamá. 
-Por las nota cariño, te lo mereces.-Me dio un beso en la mejilla y nos urgió a que nos fueramos.-Comprate todo lo que tu quieras...pero con una condición.-Levanté las cejas.-Qué sea bonito,¿si?
Antes de salir por la puerta le tomé a mamá la fiebre. Nunca antes me había dado la tarjeta de crédito, ni me había dicho que me comprara todo lo que quisiera.¿ Me estaría comprando?


Cogímos el metro para llegar al centro y pasamos toda la tarde provandonos vestidos, sombreros, tacones, botas, gorros, botines,pantalones, gorras, chaquetas,chalecos, tenis, chaquetones,botas, bolsos, pulseras y más complementos y ¡más ropa!
Al fin nos sentamos en la mesa de una cafetería, rendidas, casi sin poder dar un paso más.
-No creas que todavía hemos acabado. Queda una cosilla.
-¿Más?, pero si no puedo moverme, estoy muerta.
-Si eso no va a ser nada. Solo tenemos que sentarnos y esperar a que nos pongan impresionantes.-Dijo Eli colocando las bolsas en una silla.
-Entonces...¡Yo pago!.-Levanté la tarjeta de crédito y las dos reímos.
Un camarero se acercó a nuestra mesa.
-¿Que os pongo?
-Eeeeh...Un batido de fresa, por favor.-Pedí
-A mí...- Eli miró la carta, se puso colorada por que el camarero era joven y se decidió.- Un Nestea.
-Muy bien, ahora mismo os lo traigo.
-Gracias.-Dijimos Eli y yo a la vez.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Capítulo dieciseis

Agarré mi mochila y salté del escenario. Después me arrepentí porque fui cojeando hasta la calle. Me había echo demasiado daño en la pierna que ya creí tener curada.
- Espera.- Eli se puso a mi lado.
-¡Vaya, ahora si que me hablas!
-Perdoname,¡¿que te parece si vamos esta tarde al centro comercial y te lo explico todo?!
Me paré, la miré y me rogó juntando las manos como si estubiera rezando.
-Por favor, no te enfades conmigo. Una tarde de chicas, ¡vamos!, será la última tarde que pasemos juntas.
-¿Cómo que la última tarde?, todavía no me voy.
-Eeeeeeeh...Dani me dijo que te vas pasado mañana...-Confesó triste.
-¡¿Qué?!, bueno vale, a las seis en mi casa. Ahora me tengo que ir.
-Perfecto.- Eli dio un salto de alegría y se fue corriendo.

Mamá vino a recogernos y cuando subí al coche le pregunté:
-Mamá...¿por qué todo el mundo sabe que nos vamos pasado mañana menos yo?.- Esta vez no me iba a enfadar pero me fastidiaba que,¡mi propia madre!, no me contara esas cosas, ¡agg!, ¡qué rabia!
Me miró perpleja.
-Lo siento, cariño, creí que ya lo sabias.
-Ahora si que lo sé.-le contesté molesta.- pero...¿como quieres que me entere si tu no me lo dices?
-Lo siento, ya te he dicho que creía que lo sabías, se me ha pasado.
-Ya me he dado cuenta.- Le aseguré zanjando el tema.

                                       

                                         ***

-¿Te han dado las notas?.- Me preguntó aparcando enfrente de casa.
-¿Como no me las van a dar?, ¡Si nos vamos pasado mañana!- Le recriminé sacando las notas de la mochila y dejandoselas en la mano.- Toma.- Salí del coche.
-¿Y a vosotros?.- Les dijo a Nicole y a Álex, luego ya no puede oír más.

Entré en casa y vi mi muleta.
¡Bah!, no me hacia falta, ya tenía la pierna mejor.
Subí a mi cuarto, me quité el uniforme y bajé a comer.
¡Tortilla de espinacas!, ¡Qué asco!. Después de comer me eché una siesta de unas cuantas horas y cuando me quise dar cuenta escuché el timbre de casa.
-¡Mierda!, es Eli.-  Yo iba vestida con ropa de estar por casa y llevaba el pelo recojido en un moño mal echo. Me iba a echar la bronca, ya lo estaba viendo.

martes, 16 de febrero de 2010

Capítulo quince

Estabamos en clase de interpretación, sentados en el escenario del salón de actos, mientras que Gabi, mi profesor de guitarra pero que también ahora lo era de arte dramático, hablaba. Esta clase era voluntaria, y como Gabi me dijo que quería tenerme en su equipo no dudé en apuntarme; además, esto me subía la nota, se supone que esto es una clase de Alternativa. 
Gabi antes me daba guitarra por las tardes pero ahora dice que ya estoy echa toda una profesional, ya no necesito su ayuda y la verdad es que me lo pasaba bien con él y lo echaba un poco de menos así me quise apuntar con él. Gabi y yo tenemos mucha confianza y ahora que ha empezado a trabajar aquí pues me pidió que si lo podía ayudar un poco: buscar alumnos, encargar material,etc... y yo no le pude decir que no, pero lo peor de todo es que insitió mucho en que yo también actuase; Por eso también le tube que decir que si, ¡era mi profesor de guitarra!
Yo pensé que sus clases serían divertidas, como las de guitarra, pero no, nada de eso, eran la ostra, me estaba aburiendo como nadie; menos mal que Eli también se apuntó a esta clase(porque la convencí yo qué si no nada), por lo menos podía hablar con ella pero el problema era que ella no me hablaba a mí. Le decía algo y me ignoraba; lo estaba haciendo desde el recreo. Esto era insoportable y Gabi no dejaba de hablar, me estaba volviendo loca, conmigo no era tan pesado, bla, bla , bla, bla,bla, ¡cállate!.

-Gabi, ¿has elegido los papeles para la obra?- Interrumpió Fani, la hermana de Carlos que era a la que mejor se le daba todo esto,digamos que era la que le ponía ganas,¡la que mejor actuaba!. Se podía dedicar a esto si quisiese, era muy buena.
-¡Ah!, si, si que los he asignado ya.- Dejó de hablar tan rápido y bajó del escenario para cojer su libreta.- ¡Si no me lo llegas a recordar no os lo digo!.- Abrió la libreta. 
-Sandra, tú serás: Minerva, la malvada doncella. Tú, Javi, serás... el principe, hermano de Minerva. Loreto tu harás de madastra y¿quién más?...-Pasó el dedo por la lista de nombres y luego levantó la cabeza con una sonrisa de pícaro.- Tú, mi esplendida Vicky, serás Scarlett, la pricesa alocada, recuerda que eres la prota, tienes que demostrar todo lo que sabes.
-¡¿Qué?!.- Gritamos Estefanía y yo a la vez.
-¿Yo?.- Me levanté.
-¿Ella?.- Se levantó.
-Pero Gabi, yo...
-Tú eres la indicada, eres perfecta para este papel.
-No.-Dijo Estefanía cabreada.
-¡Eso!, yo no...
- Tú no lo harás mal, confio en tí.- Insistió Gabi.
- ¡Pero Estefania quiere ese papel!.- Le contradije.
Sonó el timbre,¡POR FIN!
-Lo siento, chicas, mañana seguimos hablando.- Todos se levantaron, Gabi cogió su bandolera y se fue deprisa, así coomo era él , rápido, insistente, extresante y...¡ mi profesor de guitarra preferido, el único!, bueno la verdad es que no había tenido otro.

lunes, 15 de febrero de 2010

Capítulo catorce

Entrecerré los ojos y los miré uno por uno con desconfianza. Los conocia demasiado bien, me estaban ocultando algo. Intenté leer sus caras pero sabian disimular muy bien, eso también lo sabía.
-¿Por qué os callais?.-Los cuatro miraron hacia otro lado.
-¿Eli?.- Hizo como si se le cayese el anillo al suelo.
-¡Uy!, se me ha caido.- Me agaché para recogerselo y cuando me levanté pillé a Eli haciendo gestos con la mano. Les enseñaba los diez dedos. Giré la cabeza para ver que hacian los chicos y vi que Carlos levantaba el dedo pulgar.
-Hola.-Dijo convirtiendo el dedo pulgar en un extraño saludo al levantar dos dedos más con una sonrisa forzada.Se había dado cuentade que lo había pillado.
-Te he visto, ¿qué estais tramando?
-Adios, hasta luego, nos vemos.-Dijeron los tres dandose la vuelta y dejando mi pregunta en el aire.
Me di la vuelta para ver qué decía Eli pero no estaba donde yo la creía, se estaba alejando de puntillas, sin hacer ruido.
-¡Eh!, tú, ¡vuelve aquí!.-Corrí detrás de ella.
Sonó el timbre y Eli echó a correr hasta llegar a clase. Yo llegué dos segundos después que ella con la respiración entrecortada y los mofletes rojos. Podía verme reflejada en el cristal de la ventana.
La profesora entró y se sentó en su mesa. Ahora nos tocaba Historia con la pesada de Doña Isabel. Estaba tan loca como una cabra, y cuando se motivaba se ponía a gritar en clase interpretando lo que nos explicaba.
-Callaos, chicas, silencio.-hizo un intento fallido de callarnos con su dulzura de abuela.-Sacad los libros, venga.-lo volvió a intentar y esta vez funcionó. El volumen de las voces fue disminuyendo.
Me di la vuelta para sacar el libro y Eli hizo lo mismo.
-¿No me vas a contar nada?.-Le pregunté poniendo mi libro sobre la mesa y pasando las hojas lentamente.
-No.-contestó sin mirarme a la cara.
Abrí la libreta por la última página y arranqué un pequeño trozo de hoja. Le quité un boli a Eli porque a mi siempre se me olvidaba el estuche y escribí:
"¡Eli, dime lo que estabais hablando, por favor!"

Arrugué la nota y  le tiré del pelo para que se diera la vuelta. Ella intentaba atender a lo que escribía Doña Isabel en la pizarra pero yo no la dejaba. No se quería dar la vuelta y se estaba haciendo la loca, como si no hubiese sentido ese pelo menos que le acababa de arrancar. Le tiré el boli a la cabeza  y se sobresaltó.
-Eres una burra, ¿por qué haces eso?.-Yo levanté los hombros y le enseñé la nota.
-Toma, lee.-Se la puse para que la cojiera.
-No la puedo leer, tengo que atender.-Murmuró muy bajito, casi ni la escuchaba.
-Venga, Eli, dejalo ya, cuentamelo.-Susurré.
-No, callate.-Se negaba rotundamente. Se dio la vuelta
-Muy bien, no me cuentes nada.- Me tiré con fuerza sobre el respaldo de la silla, me cruzé de brazos y miré ofuscada lo que Doña Isabel estaba escribiendo en la curiosa pizarra.

Capítulo trece

-He estado hablando con tu madre y me ha contado que vais a vivir a Estados Unidos.- A pesar de saber la cruda notica me chocaron sus palabras, era como si me lo dijeran otra vez de nuevo, desde el principio, como si quisieran que lo recordase todo; Pero a decir verdad preferia que me dijera esto a que me castigara por lo de Cris. Pocas personas han provado los severos castigos del dire y claro está que una de esas personas he sido yo , asi que no me gustaria volver a pasar por uno de esos castiguitos.-
-¿No es así?, Victoria.
-Si, claro, es así.-Salí de mi pompa y le respondí con rapidez.
-Pues bueno, siento decirte que por desgracia para este colegio vamos a perder a una alumna excelente.-me sonrojé y él sonrió con simpatía.- Y también me ha comentado tu padre...
-¿¡Mi padre!?.-lo interrumpí ilusionada.
-Si, tu padre.-dijo el dire estrañado por mi reacción.
-¿Ha hablado con mi padre?
-Si, señorita, tu padre estubo aquí con su madre.
-No puede ser.- Se desgarró aquel último pedacito de esperanza.
-¿Por qué no puedes ser?.
-Porque ese no es mi padre; ¿como se llamaba?
El dire me miró perplejo, como diciendo: ¿no sabes como se llama tu padre?
-Creo que se llamaba...¿Charlie?, ¿puede ser?
-Exacto, ese no es mi padre.-Contesté un poco molesta. ¿Como podía pensar que ese zoquete era mi padre?, ni siquiera se parecia,  Papá era mucho mejor que él. TRES MIL VECES MEJOR.
-Bueno, ¿por donde iba?... ¡ah!, ya se. Que como ya solo quedan unos días para las vacaciones de navidad y tu madre me ha confirmado que os vais antes, pues le he pedido a los profesores que me den tus notas, ¡Aquí tienes!.- Abrió el cajón de su derecha, sacó mi boletín y me lo extendió orgulloso. Yo lo abrí y lo miré por encimilla pero sin detenerme en niguna nota en particular.
-Como  estás viendo, tus notas no bajan del nueve y quiero decirte que estoy muy orgulloso con tu trabajo diario y me satisface decirte que es un placer para todos nosotros que hayas podido estudiar en este colegio.
-Muchas gracias, director. Para mí también ha sido un placer estudiar aquí.
El director se levantó y me acompañó a la puerta.
-Hasta luego.-me despedí al salir.
En cuanto el dire cerró la puerta me di la vuelta bruscamente y busqué a Eli con la vista...pero no la encontré. Fui al patio corriendo y vi que estaba apoyada en la reja hablando con Dani y con Guti.
Nuestro colegio estaba dividido en dos. En una parte estudiabamos las chicas y en la otra los chicos. Eran como dos colegios distintos pero con el mismo nombre. Sant George, chicas. Sant George, chicos. Por suerte para todos podíamos hablar en lo recreos porque solo nos separaba aquella insignificante reja. A un lado se encontraba Eli y al otro Dani, Guti y Carlos que acababa de llegar. Me acerqué corriendo y cuando llegué se quedaron callados. Parecían ocultarme algo.

domingo, 14 de febrero de 2010

Capítulo doce.

-Ya veo, está claro que vuestra compañera Cristina lo ha hecho muy mal pero...¿no ha ocurrido nada más?
Ahora fui yo la que se miró las manos nerviosa.
-Lo que he contado antes es solo una pequeña parte, el caso es que nos hace la vida imposible,no nos puede ni ver, nos odia.-Levanté la vista y el dire me miraba decepcionado.
-Bueno, vale,¿le cuento la verdad?, pues mire, he exagerado un poco, si, pero es que ella es tan...¡uf!, no se, ¿irritante?.-miré a Eli para ver si esa palabra servia y por su movimiento de cabeza supe que sí.- y además a veces nos hace cosas insoportables, director, usted sabe que yo no soporto eso, bueno nadie soporta lo que hace ella. Esta chica se divierte metiendose con los débiles, es una injusticia lo que hace.¡Tiene que hacer algo!
-Nunca has pensado en estudiar derecho.-se rió y yo me tranquilicé un poco pero no lo sufieciente.
-No, en serio, director, tiene que poner una solución.
-Claro que sí, Victoria, hablaré con ella y aclararé todo esto, ¿está bien?
-Más que bien, pero que sepa que si dice que le he echo algo malo es porque se lo merece, creame señor director, esta chica no es nada buena.-Declaré y el dire se echó a reír. Miralo que gracioso y se rie, ya veremos si le hace tanta gracia cuando le venga Cris contando que le he pegado. Sonreí incomoda y luego me levanté al igual que Eli. Estabamos a punto de salir por la puerta, cuando el dire dijo:
-Victoria, un segundo.-Habló muy serio. Me temblaron la piernas, quizá habría visto a Cris por la ventana con la jefa de estudios y la nariz sangrando,¡¿ que me iba a hacer?!, no me mate señor dire que soy muy joven aún y me quedan muchas cosas por vivir.
-Tengo que hablar contigo.-Yo fui a sentarme de nuevo y Eli se quedó en la puerta.
-Puede salir, Elizabeth.- No era una pregunta, la estaba echando, ¡qué fuerte!
-¿Y no se puede quedar ella aquí?.- dije con todo el miedo del mundo.
-No, esto es una conversación privada.-contestó rapidamente el dire que estaba más serio que mi padre cuando ve la televisión.
-Está bien.-Miré a Eli. Las dos no lanzamos miradas desesperadas, preocupadas, temerosas de lo que iba a ocurrir segundos después. Yo temía al director y ella a las divas que estarían ahí fuera esperando a que saliese alguna de nosotras para devorarnos.
 Yo moví los labios y ella me los leyó: 
-Tranquila, no te van a hacer nada.
 Eli hizo una mueca de preocupación y salió del despacho lentamente cerrando la puerta a su espalda.

viernes, 12 de febrero de 2010

Capítulo once

-A ver...Eli, calmate, tan solo ha sido un pequeño roze entre su nariz y mis nudillos...nada de nada.
Mis palabras cada vez empeoraban más la situación y visto lo visto era mejor callarse pero claro...la palabra silencio no estaba en mi vocabulario, yo tenía que contestar a todo, y más si yo llevaba la razón, ¿no?, yo creo que es lógico lo que estoy hablando...bueno eso es lo que creo yo por que se ve qué Eli no está de acuerdo conmigo y no lo digo por nada  es solo que no deja de zarandearme y me empiezo a cansar, ¡leche!, que no he cometido ningún delito...o quizá sí..¡He agredido a una compañera: a Cris!.....DEBERIAN DE DARME UNA MEDALLA POR ACABAR CON ESE FETO MAL NACIDO QUE VISTE DE ROSA.¡Si!
-¡Se lo van a contar al director, me escuchas, me estás escuchando, van a ir directas, no van a tener piedad contigo, te espulsarán o posiblemente  te van a bajar las notas, Vicky. No queda nada para las vacaciones de navidad, no te arriesgues, vas a acabar perdiendo, ¿eso es lo que quieres?¿quieres que te pongan un cinco cuando en realidad tu nota es de un nueve?,¡¿Porque no te puedes controlar?!, eres...eres..¡incontrolable!,¡Uuf!.
-Mira Eli lo primero de todo es: ,¡NO EXAGERES!, lo sengundo: ella se lo merecía y lo tercero es que: tú olvidate de esto , he sido yo la que le ha pegado no tú, ¿entiendes?
-Mira Vicky lo primero no estoy exagerendo, lo segundo: van a ir directas al director y lo tercero: ¡Van a ir directas al director! ¿lo has entendido?, yo solo te pregunto porque a lo mejor si lo grito más fuerte lo acabas entendiendo, ¿no?.
-¡NO!.-le grité
-¡¿Qué no?!.-gritó Eli más fuerte que yo. Ya me empezaban a pitar los oídos. Entre sus gritos y los míos, me estaba volviendo loca.
-Vicky ,en cero coma dos están en el despacho del director, ¡contandoselo todo!.-Aparte de su voz, en el sentido también se me coló su advertencia, bueno su súplica o su aviso, se puede llamar de muchas maneras.
Una brillante idea se paseó por mi mente.
-No si se lo contamos nosotras antes.-la agarré del jersey y tiré de ella para que se moviera.
Cris que nos había estado mirando todo el rato mientras nos gritabamos, al ver que no ibamos, salió corriendo detrás nuestra.
-¿A donde vais?.- Vociferó con soberbia parandose en la puerta.
-Eso digo yo, ¿a donde vamos?.-soltó Eli. Yo me paré y Eli también. Me di la vuelta, le sonreí con malicia y me despedía con la mano, no hizo falta nada más, Cris dió un grito de guerra y salió despedida para atraparnos.
-Vamos, Eli, corre.- Eli, que estaba cofundida, le costó echar a correr, vamos que le costó arrancar. De verdad que no sabía donde ibamos, y a veces Eli me sorprendia mucho, era un poco...¿como decirlo?, lentilla para pillar las cosas y eso que si lo comparamos con lo rápido que contesta las preguntas de física podemos decir que no es lenta, si no, una plasta mundial. Se había dado cuenta antes Cris, que no había escuchado nada de lo que habíamos hablado, que ella.
Cuando llegamos al despacho del director me planté delante de la puerta y di dos golpecitos.
-Adelante.-Dijo don Juan, el director.
Yo abrí la puerta y asomé la cabeza.
-¿Se puede?.-pregunté.
-Si, por supuesto, pasa Victoria.
-Ni se te ocurra.-Susurró Eli que ahora si que me había entendido. La agarré de la mano y tiré de ella para que pasara.
-¡Pero si viene Elizabeth también, qué sorpresa!, sentaos por favor.-nos indicó con la mano los dos únicos sillones de terciopelo.-Decidme, ¿qué es lo que os trae por aquí?
-Eeeeeeeh...,tenemos un pequeño problemilla con Cristina Martinez y sus...bueno sus amigas si se pueden llamar así.-conseguí decir todo de golpe.
El dire(como lo llamabamos entre nosotras) sonrió.
-Contadme, ¿qué ha pasado esta vez?
-Mire director.-me acomodé en el gran sillon y me envalentoné.- Esta vez Cris...bueno Cristina Martinez, le ha puesto la zancadilla a Eli y lo que es aún peor, se ha puesto a insultarla delante de todas las compañeras, la ha ridiculizado.-Eli me pisó disimuladamente, pero eso no quitaba el que lo hiciera con menos fuerza.
-¿Es eso cierto?.- Le preguntó el Dire a Eli que se miraba las manos nerviosa.
-Bueno...no ha ocurrido exactamente eso pero....¡sí!, si que es cierto.- Eli nunca mentía y esta era la primera vez que lo hacía delante mía, que yo sepa, ella siempre decía la verdad pero esta vez había soltado un embuste con toda sinceridad, lo había dicho totalmente segura y encima de todo le miró a los ojos, la creí hasta yo; esto era un gran paso,¿qué digo?, esto era una carrera rápida. Como se empezaba a notar por fin que ya se le estaba pegando algo de mí, aunque fuese solo eso, pero ya era algo.

domingo, 31 de enero de 2010

Capítulo diez

Yo me había quedado pensando en Eli, en Pamela, en las super-mega-divas-fashion-estiradas y en muchas cosas más, por lo que no había escuchado nada de la conversación que había entablado Eli con Pamela. Me había quedado por:
-Vicky,¿Vienes al baño?. -Luego Eli al ver que me había quedado pensando se ha puesto a hablar con Pamela. 
Salí de mi pompa y las interrumpí:
-Bueno, vamos ¿no?
-Menos mal. Ya has bajado al planeta Tierra, ¡por fin!, creo que ya empezaba a preocuparme.- Se rieron a la vez y Eli siguió mirandome.
- Si, es que estaba pensando.-dije excusandome.
-Ya me he dado cuenta cuando he acabado la frase y tú no has respondido.
-Suele pasar, pero ¿nos vamos o qué?¿ Piensas quedarte discutiendo toda la vida sobre mi otro planeta?.-Pamela soltó una leve risita y yo la fulminé con la mirada. Esta tipa no me llegaba a caer del todo bien. Su risa era falsa como las de sus antiguas amigas, ¡Agg! como odiaba sus ridiculas risitas.
-Si, venga, vamos.
Se puso a mi lado y salimos de clase dejando allí a Pamela. Me dió un poco de pena.
-¿Porqué no se viene hoy?
-Tiene que hacer deberes.-respondió quitandole importancia al asunto.
-¡Ah!, vale.- Nos quedamos calladas unos segundos y seguidamente Eli habló rompiendo ese silencio que para nada era incomodo, si no uno más de los muchos que solíamos hacer entre palabras.
-Vicky,¿En que estabas pensando?
-En tí, en pamela....
-¿Y?.-Sabía muy bien que todavía me quedaba algo por decir, me conoce demasiado como para poder ocultarselo.
-Y... en que cuando yo me vaya ella será una buena amiga para tí.-conseguí decir totalmente convencida. Yo sabía que Eli nunca me iba a sustituir por nadie, pero también sabía que cuando yo no estubiera aquí, Eli y Pamela podrían convertirse en verdaderas amigas, y la verdad es que eso no me preocupa. Eli tiene muchas cosas en común con ella e incluso me atreveria a decir que más que conmigo y aparte de eso yo se que en el fondo Pamela es una buena chica y mucho más ahora que ha escarmentado de una vez por todas, trata mejor a las personas de lo que lo hacía antes y digamos que es mejor amiga.
-Al menos me dejarás sola, pero no mal acompañada.- Nos reímos y la cogí del brazo para entrar juntas al baño.
-Sujetame esto, voy a hacer pis.- me dio su merienda y entro en el único baño que quedaba libre.
-Puedes seguir hablando, te escucho.- Dijo alzando un poco la voz.
- Pues eso, que no se cuando me voy, pero lo peor de todo es qué prefiero no saberlo. No me hago a la idea de que ya no volveré a veros más hasta dios sabe cuando.-Eli se rió y como si la estubiese viendo sentí como negaba con la cabeza.
-Cuando hablas así pareces una vieja, ¿donde escuhas esas cosas?
-Pues de mi madre, ¿de quién va a ser?, ella es la que está siempre lamentandose y diciendo cosas como esta.
-¡Ah!, hablando de tu madre y de lo que decias antes.
-¿Hace una hora no me has dicho que ella te va a traer cuando tú quieras?
-Si, pero...¿tú crees que cumplirá?.-salió del baño y la miré disgustada.
-¡Claro que sí!, tú madre no es ninguna mentirosa.
-¿Y si me lo dice para que me vaya y luego no me trae?...¿qué hago yo?.-le devolví su desayuno y salimos.
-No creo que tu madre te engañe con un tema así, además..¡tú misma lo sabes!,¿para que preguntas?
-Pues ya...
-Pues entonces no seas paranoica y deja de pensar en eso.
Justo en la puerta del baño se encontraban Cris y sus ridiculas copiadoras a las que ella llama "amigas", pero más que eso y perdón por la expresión eran dos chupa-culos incondicionales. Las tres se habían quedado calladas al vernos igual que nosotras al verlas a ellas.
Yo levanté la barbilla y seguí andando normal , también sentí como Eli se paraba y luego aligeraba el paso detrás de mí.
De pronto la tres capullas estas rompieron a reír y yo me giré para ver que pasaba y vi a Eli tirada en el suelo.
-¿Qué te han echo?.-le pregunté ayudandola para que se levantara y luego miré a Cris furiosa.
Las tres rieron más aún y yo las ignoré.
-¿Qué ha pasado?.- Exigí saber.
-Nada, que soy una patosa y me he caído...
-No mientas Eli, ¿que te han echo?.- Susurré para no dejarla en verguenza.
-Me han puesto la zancadilla,¿estás contenta?, ahora vamonos.-"contentisima"; pensé para mí, pero no tanto hasta después de verlas en una tumba.
-Sois...-Las miré una por una.- Os juro que esto no acaba aquí, os vais a acordar de mí durante toda vuestra inutil y asquerosa vida.
-Déjalas Vicky, no merecen la pena.- me sujetó del brazo.
-Eli, sueltame.
-Eso, sueltala, Elizabeth...-dijo Cris dando un paso hacia mí con los brazos cruzados.
-No seas tonta,Vicky, te expulsarán.- Eli ya se lo olía todo por eso me soltó, pero solo para ponerse entre Cris y yo.
-No va a pasar nada. Solo va a recibir lo que se merece.- La aparté de en medio sin hacerle daño.
-¿Me vas a pegar?...¿eso es lo que intentas decir?.-Preguntó la muy estúpida riendose. Y entoces sentí que mi rabia se estaba desbordando por todos lados. Eli llevaba razón,soy tonta, pero con el gusto de romperle la nariz a esta diva del colegio Sant George.
Cris volvió la cabeza para ver si sus amiguitas se estaban riendo del chiste que nunca había echo y cuando se volvió para desafiarme le solté un puñetazo.¡Pimba!, en toda la nariz, ¡si!, donde más duele. Era un señor puñetazo, me había echo un poco de daño en los nudillos pero eso compensaba  lo "contentisima" que estaba ahora, así, sin escuchar esa risa molesta que se me mete por los oídos y me saca de quicio. 
Lo sé, le debería de haber dado más fuerte pero todo el mundo tranquilo, que le pido a dios que por favor le pueda dar otra vez. Es que es maravilloso, ¡pum!, golpe, después esa risa se apaga y es implosible el que no lo pueda hacer otra vez, no he podido controlarme y la muy tonta se ha quedado k.o a la primera, será gilipollas.
Se tambaleó hacia atrás y las otras dos corrieron para ayudarla. Mientras que una la sujetaba la otra se acercó a mí y me dió golpecitos con el dedo índice en el hombro, diciendo:
- Te arrepentirás de lo que acabas de hacer. Vamos a ir ahora mismo a contarselo al director.- Otra tonta que buscaba otro puñetazo en el mismo sitio.
-A mí no me des con el dedito o no llegarás viva para contarselo al director, ¿estamos?
-¡Ya está bien!, ahora si que te has pasado, Vicky.- Eli me tiró del brazo y me llevo hasta el patio, donde ninguna de las chicas se había percatado de que yo le había endiñado un peñetazo a la más odiada del instituto, de haber sido así estarian todas ahora alzandome en el aire y gritando mi nombre: ¡Vicky!, cha, cha, cha, ¡Vicky!, cha, cha, cha. Pero esa no era la realidad. Eli estaba que echaba chispas y lo peor era que todas iban hacia mí.
-¿Crees que puedes ir soltando puñetazos a diestro y siniestro?.-me gritó. Se le escapaba hasta la saliva de lo nerviosa que estaba.
-Mmmmm.-me limpié el gapo que me había soltado en toda la mejilla y luego contesté:
-Claro que si,¿porqué no?, si el puñetazo lo recibe Cris está más que justificado, creo yo...¿no?- A Eli se le salieron los ojos de sus orbitas y se puso roja, no podía comprender mis palabras. Estaba histerica. Era algo extraño yo era la que le había pegado a Cris y sin embargo Eli era la que estaba preocupada, curioso, ¿verdad?

viernes, 8 de enero de 2010

Capítulo nueve

-Ti-ri ri, ti- ri ri, ti- ri ri.
Saqué el brazo al frío y despiadado aire de mi habitación y apagué el despertador. Me levanté corriendo, abrí el armario y cogí del cajón un sujetador, luego busqué entre aquel revoltijo de ropa: el jersey, el polo,los leotardos azules y las faldas del uniforme. Cuando lo tube todo volví a mi cama escopeteada y me tapé hasta la cabeza. Me vestí dentro de mi caliente madriguera y luego salté de la cama y me dispuse a buscar los horribles zapatos del uniforme.
Me había levantado a las siete menos veinticinco y como siempre, iba justa de tiempo; llevaba ya diez minutos buscando los dichosos zapatos pero no aparecían por ningún lado, así que me rendí y bajé a la cocina descalza.
Mamá me obligó a desayunar y me tuve que tomar una tostada enorme y un vaso de leche con Nesquik y todo eso apresuradamente. Justo cuando acabé de desayunar mamá encontró mis zapatos, que me puse en menos de un segundo. Después salí a toda prisa de casa y allí estaban: Álex, Nicole y Charlie; Subidos en el coche como todas las mañanas, esperandome.
-Vicky, corre o llegareis tarde.-Dijo Charlie dandole a la bocina del coche.
-Ya, ya voy, no te sulfures.- Me metí en el coche y Nicole me sujetó la muleta mientras me colocaba en el asiento.
-Gracias Nicole.- me devolvió la muleta. ¡Aagg! como odiaba tener que ir con esta muleta a todos lados, milagrosamente ya no me dolía nada,¿porque no me la he dejado en casa?, ¡Ah!, ya se, mamá es muy cabezona. 
Y este era el primer día que la tenía que llevar por que lo de anoche no contaba, no se si lo podré soportar. A mí no me gusta que la gente se acerque a mí y me diga: ¡Oh!, Victoria,¿ que te ha pasado?, me han dicho que te ha atropellado un coche, ¿no?, ¿es eso cierto? y bla bla bla bla bla bla y más bla bla bla bla bla bla esta muleta era un imán para las cotillas cara duras del instituto y los dos esparadrapos que llevaba en la cara aún más todavía. Tenía que hacer algo, y rápido ya solo estabamos a cinco minutos del instituto.
-De nada.- contestó Nicole con cara de buena. Le miré el pelo y me aguanté la risa.
-Anda, ven, deja que te arregle el estropicio que te ha echo mi madre.
Mamá es como si tubiese dos hijos más aparte de mí: Álex y Nicole. Para Nicole mamá es como su verdadera madre y yo creo que incluso la quiere más aún más que a su madre bilogica, ella es demasiado iresponsable como para cuidar a Nicole, por eso sus hijos viven con Charlie. María si se va a veces con su madre y Nicole también, en las vacaciones de verano; casi siempre están María y ella un mes allí, en texas, y luego vuelven a España. Pero aquí tienen su vida y aquí mamá es la única persona que los quiere de verdad, quitando a Charlie que si que los quiere pero no tanto como mamá y eso que no son sus hijos. Mamá se encarga de todo lo que viene siendo Nicole, la peina, la lleva a música, la recoge, la trae,la lleva; es como su dama de compañía, raro es el día en el que mamá y Nicole no salgan juntas a hacer cosas, a hacer la compra, a visitar a los abuelos de Nicole, a limpiar el coche y todo eso, a lo que mamá dice que también le gustaría hacer conmigo, lo que pasa.... es que yo no tengo ni chispa de ganas, muajajaja, yo soy sincera y se lo digo a la cara y resumiendo que Mamá la trata como si fuese su hija, como si la hubiese tenido ella misma, vamos, y le da las mismas cosas y los mismos caprichos que me daba a mí cuando yo tenía su edad. 
Aunque esta vez le había desgraciado el pelo y que yo recuerde eso a mí no me lo hacía...¿o sí?, ¡Que horror!, bueno no importa eso ya pasó ahora le tocaba sufrir a Nicole.
Le había echo dos trenzas y  tenía la raya en todas direcciones menos recta, los pelos se le salían de la trenza y parecía una piojosa con todo el perdón del mundo por que Nicole en la vida podría tener piojos, mamá le desenreda el pelo todas las noches, además Nicole es tan sumamente pija que si se enterase de que tiene piojos se echaría a llorar como un bebé y las chinches saldrian huyendo de los chillidos que metería. Sería espantoso tener que ver eso....
Le deshice las trenzas y le hice la raya con la uña más larga que tenía y si me mordía las uñas pues imaginaros como sería. La peiné rapidamente y cuando acabé se miró en el retrovisor con una sonrisa de oreja a oreja.
-Y una cosa que yo me pregunto...-dijo todavía mirandose pero ahora se había puesto sería
-A ver sorprendeme.
-¡¿Y porqué no me peinas tu todas las mañanas?!.- Me miró emocionada.
-¡¿Y porqué que no me pagas y yo lo hago encatada?¡.-Álex se rió por lo bajini y a Nicole se le borró la sonrisa de la cara.
-¿Que pasa?, a tí no te cuesta nada.- Dijo agachando la cabeza deprimida.
-No te cueles renacuaja que si te he peinado es porque me dabas pena.
-Jó.- Le cambió la cara totalmente y me dió muchisima pena.
-Bueno... eso ya lo hablaremos con mi madre. Si quieres yo le digo peinados chulos y ella te los hace, ¿vale?
-¡Vale, con eso me conformo!.-Sonrió.
-Ja, ja.Más te vale conformarte con eso.- yo también sonreí.
Charlie paró el coche y yo me quedé muerta. ¿Que iba a hacer ahora con la muleta?, me había olvidado completamente.
Miré el asiento del copiloto y por mi cabeza pasó una brillante idea.
Escondí la muleta debajo de mi sitio y me bajé del coche. Por suerte nadie se había dado cuenta excepto Nicole.
-Venga, vamos, te acompaño a clase.- Le dije. Quizá la sobornaría por el camino, no se, antes tendría que contar el dinero de mi cerdito.  
Nosotras entramos en nuestro colegio y Álex en el suyo.
Llevé a Nicole hasta su clase que estaba en el edificio de primaria y luego corrí hasta secundaria para no llegar tarde a primera hora, además quería entrar antes que la profesora por un día, porque siempre lo hacía después y no me daba tiempo a hablar con Eli como hacian todas, que llegaban temprano al instituto y podían hablar hasta artarse pero yo no, yo llegaba y me tenía que sentar en silencio y esperar a que Eli me dijera como todos los días : ¡Vuelves a llegar tarde, ¿cuando cambiarás?!.- y todo en un susurro para  que no se diese cuenta la profesora.¡Aaag!, eso no me gustaba.
Cuando entré en clase la profesora ya estaba allí y me fastidié porque como otro día más tuve que andar sin hacer ruido hasta mi sitio y...
-¡Vuelves a llegar tarde, ¿cuando cambiarás?.- solo faltaba eso, la tipica frase de Eli, ¿Cómo no?, en ralidad escucharla después de todo lo que había ocurrido me hacia feliz, era para decirle, venga Eli, venga, dila, dila otra vez que entonces ya me tiro a tí para abrazarte pero las cosas no eran así a mí me repateaba que me dijesen lo que acababa de hacer, lo que tenía que haber echo o en lo que me había equivocado, odiaba que me juzgaran.
-Ya lo se, no hace falta que me lo digas, pero bueno eso no importa yo quiero saber donde estabas anoche.
-¡Ah!, es verdad, lo siento Vicky , lo siento mucho, Dani me llamó pero yo estaba en el conservatorio, hacía ya dos horas que había acabado ballet pero nadie vino por mí , te prometo que si hubiese podido ir, estaba allí la primera y lo sabes, ¿eh?
-Claro que lo sé, tonta, no te preocupes, te eché un montón de menos y te tengo que contar una cosa, no te va a gustar pero a mí tampoco me gustó cuando me la dijeron.
Se puso triste y se giró para mirar a la prefesora.
-¿Que pasa?.- le tiré del pelo para que se diese la vuelta.
-Que lo se todo, Dani también me dijo eso.- Se quedó mirandome con compasión.
-¡Anda!, pero si estás aquí Victoria.- Nos interrrumpió la profesora.
-Si , ja ja.- estaba muerta de miedo, esta era de las que me regañaban a saco por llegar tarde.
-¿Cuantas veces te tengo que decir que la última que entra en mi clase soy yo?.
-Ninguna si ya me ha quedado claro.- Le sonreí.- Me voy, usted quedese tranquila y siga dando la clase, adiós.
-Así me gusta, pero no , no te vayas creo que esta lección te interesaria aprenderla si quieres aprobar mi asignatura.- Me senté otra vez. ¿Que puñetas quería? , ¿me quedo o me voy?, repampanos, ¡esta mujer está como una cabra!.
-Vale, me quedo, como usted quiera.-respondí con educación.
-Está bien, chicas vamos a seguir.-se dió la vuelta para escribir en la pizarra pero volvió  mirarme.- Una cosa, de ahora en adelante quiero que cada vez que llegues tarde a alguna de mis clases te anuncies diciendo tu nombre y apellidos, la clase a la que has llegado tarde y el motivo por el cual lo has echo, ¿de acuerdo?.
-Como usted diga.- Abrí mi libreta y saque un boli del estuche y lo apunté para que no se me olvidara. Poque estaba claro que mañana se me iba a olvidar.
- Eso eso,apuntelo, todo remedio para la mala memoria es un boligrafo y una hoja de papel.- Le puse la más forzada de mis sonrisas y ella se dió la vuelta satisfecha para seguir con la clase.
Por lo demás la mañana transcurrió sin más llamadas de atención apesar de que Eli y yo llevabamos las tres primeras horas hablando sin parar. Hablamos de todo tipo de cosas menos de que me iba a Estados Unidos, le conté como fue lo del accidente y ella  no se lo podia creer, se imaginaba que podía haber sido de todas las maneras posibles pero descartaba totalmente la de que yo cruzase sin mirar; si en realidad no me lo creía ni yo.
Sonó el timbre que anunciaba el recreo y todo el mundo cogió su desayuno y salió al patio.
-Vicky, ¿vienes al baño?.-preguntó Eli. Todas las chicas ya habían salido escepto una, solo quedaba Pamela . Ella antes se iba con las más super del instituto pero como era de esperar no han tardado en dejarla de lado. Pamela llegó nueva hace dos años y digamos que entró con buen pie a la escuela, desde el primer momento que entró  por la puerta las super-mega-fashions quisieron que se uniera a su grupo y
¿como no?, ella acepto. Por dentro no era como ellas pero por fuera lo intentaba. Las cuatro andaban por los pasillos como si fueran por un casting de modelos y se creían lo más pero de lo que no se daban cuenta, era de que parecían un sequito de estupidas reinas copiadoras, todas hacian los mismo y llevaban los mismos accesorios nada más que de diferentes colores, era espantoso tener que verlas, ¡Puaj!, te entraban ganas de tirarte al suelo a partirte de risa o directamente reirte en su cara. 
Un día Pamela se dió cuenta del ridiculo que estaba haciendo desde que entró en este instituto y decidió alejarse de ellas pero eso no quedó así. Ahora Cris que es como la manda más del grupo le hace la vida imposible(como a todas claro) pero es que a la pobre Pamela no la deja ni respirar, la margina totalmente y si alguien se acerca, ella muy rápido hace algo para ahuyentar a esa persona. Y es que cuando Eli  vió lo que estaban haciendo con ella le empezó a hablar y a animarla  y por eso ahora se venía con nosotras de vez en cuando, Yo estoy en total desacuerdo; Pamela se merece lo que le están haciendo, por creerselo tanto el primer día, pero Eli no es como yo, ella es mejor persona y por eso hace todo lo posible para que nadie la margine.
Cuando Cris se enteró de que Eli era la que le intenba fastidiar su plan le cogió una tirria increible, no podía verlas juntas por eso construyó otro plan de emergencia para liquidarlas a las dos de una misma vez. Estando Pamela y Eli juntas las cosas cambiaban mucho, las super ya no tenían el liderazgo en cualquier parte por que Eli y Pamela inocentemente y todavía me pregunto como lo hacen, se lo quitan, le arrebatan todo tipo de atención que hasta hace unos meses sería de las super.
Pamela tiene un físico espectacular y de Eli ya no quiero ni hablar. Eli es la tipica rubia angelical, de ojos azules y pelo largo hasta la mitad de la espalda que deja k.o a cualquiera que la mire. Pero tiene un pequeño defecto, conmigo no se comporta así pero solo por que me conoce de toda la vida, además yo soy su mejor amiga,su hermana, pero por ejemplo con cualquier profesor es la chica más tímida que existe sobre la faz de la Tierra. Cuando alguien que no conoce bien le dirije la palabra se pone roja y ni siquiera puede mirarle a la cara, baja la vista y contesta timidamente, eso es todo. A mí que haga eso me saca de quicio, ¿porqué conmigo es tan abierta?(nos cambiamos de ropa juntas y todo) y ¿porqué con la gente que no conoce no se atreve ni a mirarles a la cara?, era imcomprensible, para mí, claro, porque mamá dice que ella de pequeña era igual que Eli y que la entiende completamente, dice que cuando crezca un poco más, se le quitará todo esa timidez. Pero a pesar de todo eso yo lo único que pienso es que todavía no se ha dado cuenta de lo guapa  que es, no es consciente de como la miran los chicos y todos sabemos por qué. Porque cuando pasa un chico guapo baja la cabeza e intenta hablar conmigo para no tener que encontrarse con su mirada y se pone como un tomate claro está.
Si un día como dice mamá se deshace de toda esa verguenza que la embarga podría ser modelo o lo que quisiese. Hace poco que fuimos de compras al centro comercial e ibamos cargadas de bolsas(como siempre)y por eso nos sentamos a descansar en un banco y entonces se acercó una mujer muy alta y con porte de modelo que nos enseñó una tarjetita que decía que ella era la representante de una agencia de modelos, se sentó con nosotras y nos estubo convenciendo para  que hablaramos con nuestros padres y si nosotras queriamos la llamasemos para hacer una prueba, decía que eramos las indicadas para desfilar en su pasarela. Yo directamente le dije que no por que yo no servia para desfilar por una pasarela y menos profesionalmente aunque si me daban un skate y luego me ponían la ropa más horible del mundo, me daba igual, yo y mi monopatín podiamos hacer que todo el mundo quisiera llevar esa ropa, ja ja ja, no, es broma, yo no tenía ni una mínima idea de lo que era ese mundo pero a Eli le apasiona, además ella fisicamente era perfecta y mentalmente también, Eli es una chica diez, ¿que más quiere?, es buena estudiante, sus notas no bajan del nueve y es la mejor bailarina de ballet que había en el conservatorio de Madrid, su profesora está intentando reunirse con su padres para darle una beca fuera de España pero claro, con unos padres así, ¿quién va a poder estudiar fuera de España?, estaba claro que Eli no. Sus padres eran muy raros, hace años que estaban separados y los dos eran químicos o algo de eso. Eli es hija única y estaría amargada si no me tubiese a mí y a su abuela. Encima de todo que la tratan como un perro, cuando su madre y ella se enfadan, Elena su madre le soltaba a la cara que solo la tuvieron pues por tener a alguien que los cuidara de mayores, eso lo he escuchado yo por mis oídos y me he quedado muerta, pero Eli es tan inocente y buena que me dice:
-No, si no es verdad, no le hagas caso, solo lo dice para cabrearme.- Si vamos para cabrearla precisanmente no se dicen esas cosas, eso se dice cuando quieres que tu hija se unda en una depresión, repampanos. En fin dentro de lo malo siempre hay algo bueno y lo bueno de esto es que Eli a pesar de todo nunca se ha calificado como víctima y por eso es la mejor amiga que tengo y la única persona en el mundo que yo conozca, que tenga tantas virtudes juntas. Eli es la chica más dulce, responsable, bondadosa, honrada, justa, sensible, compasiva, amable y lo más importante de todo es humana y tengo que decir una cosa creo que hasta me quedo corta. Eli es la mejor persona que he conocido nunca. Ella simplemente es "Eli"