domingo, 28 de febrero de 2010

Capítulo diecinueve

Comencé por abajo. Llevaba unos zapatos altísimos, el tacón era de aguja y la punta redonda. Eran negros, enteros cubiertos de lentejuelas, impresionantes.
Su vestido era más que increible, la parte del pecho era negra y pegada, lo demás con volantes de dibujos morados, negros, azul electrico...
Eli dio una vuelta sobre sí misma sonriente, radiante de alegría y mis ojos se detubieron en su pelo, suelto, divertido, al compás del aire de su sonrisa.  Aunque lo veía todos los días ahora parecía más bonito, con brillo, completamente liso y con su suave y achispado color rubio albino.¡Pues el mismo de siempre!, ese que te invitaba a mirarla dos, tres, cuatro, diez veces; El mismo que le caía hasta la mitad de la espalda.
Le habían peinado la raya hacia el lado derecho y lo otro se lo habian recogido hacia atrás.
Luego me detube en su cara; se había maquillado super bien, parecía otra. Tenía el cutis perfecto, parecía de porcelana, y los mofletes los tenía levemente ruborizados...¡geniales!, sus ojos ya eran estupendos a través del cristal de las gafas pero es que ahora entre el maquillaje y el color azul celeste,¡eran aún mejor!
Yo no conocía a esta Eli. Físicamente no era la misma.
-¿Y bien?.-Levantó una mano y la otra la colocó en su cintura como cuando una modelo posa para una fotografía.
-Estás...estás...¡más que fantástica!.¿Te has puesto lentillas?
-Si,¿a que no se nota?.- Se acercó a mí y abrió los ojos de par en par. Era la primera vez que la veía sin gafas. Aunque no le quedaban mal, estaba mucho mejor sin ellas.
Nos giramos para vernos en el espejo y dijimos a la vez.
-¡¿Preparadas para romper corazones?!.- Ambas nos giñamos el ojo y rompimos a reír, divertidas, confidentes, jovenes ingenuas, nuevas, novatas en casi todo lo que nos podamos encontrar ante nosotras, espectantes ante nuestro destino, alegres, distraidas, escoltando secretos, y ante todo, las dos sin saber que en nuestro camino ya está escrito que no saldremos ilesas, nadie nos ha dicho aún que no caeremos, pero si que nos han repetido desde pequeñas que si lo hacemos somos lo suficiente fuertes como para volver a levantarnos. Arrastrar con una vida en la que todo no es bonito, pero en nuestro caso, aunque ni siquiera nos podemos hacer ua idea habrá demasiadas victorias, conquistas, dominos y sobre todo eso resalta la palabra: "Triunfo", el triunfo de alguien que no busca nada, simplemente desea vivir para ella, sus amigos, su familia, sin querer ser especial acabando en el podium más alto de la fama.

2 comentarios:

Ana I. Sánchez dijo...

¿Escribes tu? :) Yo tambien estoy escribiendo un libro! es genial! :D un beso, te sigo sin duda!

Carol dijo...

simplemente me encanta e incluso le veo concidiencias con mi historia!!
perfecta!(L)
sigue así porque me llegaré a enganchar!