domingo, 31 de enero de 2010

Capítulo diez

Yo me había quedado pensando en Eli, en Pamela, en las super-mega-divas-fashion-estiradas y en muchas cosas más, por lo que no había escuchado nada de la conversación que había entablado Eli con Pamela. Me había quedado por:
-Vicky,¿Vienes al baño?. -Luego Eli al ver que me había quedado pensando se ha puesto a hablar con Pamela. 
Salí de mi pompa y las interrumpí:
-Bueno, vamos ¿no?
-Menos mal. Ya has bajado al planeta Tierra, ¡por fin!, creo que ya empezaba a preocuparme.- Se rieron a la vez y Eli siguió mirandome.
- Si, es que estaba pensando.-dije excusandome.
-Ya me he dado cuenta cuando he acabado la frase y tú no has respondido.
-Suele pasar, pero ¿nos vamos o qué?¿ Piensas quedarte discutiendo toda la vida sobre mi otro planeta?.-Pamela soltó una leve risita y yo la fulminé con la mirada. Esta tipa no me llegaba a caer del todo bien. Su risa era falsa como las de sus antiguas amigas, ¡Agg! como odiaba sus ridiculas risitas.
-Si, venga, vamos.
Se puso a mi lado y salimos de clase dejando allí a Pamela. Me dió un poco de pena.
-¿Porqué no se viene hoy?
-Tiene que hacer deberes.-respondió quitandole importancia al asunto.
-¡Ah!, vale.- Nos quedamos calladas unos segundos y seguidamente Eli habló rompiendo ese silencio que para nada era incomodo, si no uno más de los muchos que solíamos hacer entre palabras.
-Vicky,¿En que estabas pensando?
-En tí, en pamela....
-¿Y?.-Sabía muy bien que todavía me quedaba algo por decir, me conoce demasiado como para poder ocultarselo.
-Y... en que cuando yo me vaya ella será una buena amiga para tí.-conseguí decir totalmente convencida. Yo sabía que Eli nunca me iba a sustituir por nadie, pero también sabía que cuando yo no estubiera aquí, Eli y Pamela podrían convertirse en verdaderas amigas, y la verdad es que eso no me preocupa. Eli tiene muchas cosas en común con ella e incluso me atreveria a decir que más que conmigo y aparte de eso yo se que en el fondo Pamela es una buena chica y mucho más ahora que ha escarmentado de una vez por todas, trata mejor a las personas de lo que lo hacía antes y digamos que es mejor amiga.
-Al menos me dejarás sola, pero no mal acompañada.- Nos reímos y la cogí del brazo para entrar juntas al baño.
-Sujetame esto, voy a hacer pis.- me dio su merienda y entro en el único baño que quedaba libre.
-Puedes seguir hablando, te escucho.- Dijo alzando un poco la voz.
- Pues eso, que no se cuando me voy, pero lo peor de todo es qué prefiero no saberlo. No me hago a la idea de que ya no volveré a veros más hasta dios sabe cuando.-Eli se rió y como si la estubiese viendo sentí como negaba con la cabeza.
-Cuando hablas así pareces una vieja, ¿donde escuhas esas cosas?
-Pues de mi madre, ¿de quién va a ser?, ella es la que está siempre lamentandose y diciendo cosas como esta.
-¡Ah!, hablando de tu madre y de lo que decias antes.
-¿Hace una hora no me has dicho que ella te va a traer cuando tú quieras?
-Si, pero...¿tú crees que cumplirá?.-salió del baño y la miré disgustada.
-¡Claro que sí!, tú madre no es ninguna mentirosa.
-¿Y si me lo dice para que me vaya y luego no me trae?...¿qué hago yo?.-le devolví su desayuno y salimos.
-No creo que tu madre te engañe con un tema así, además..¡tú misma lo sabes!,¿para que preguntas?
-Pues ya...
-Pues entonces no seas paranoica y deja de pensar en eso.
Justo en la puerta del baño se encontraban Cris y sus ridiculas copiadoras a las que ella llama "amigas", pero más que eso y perdón por la expresión eran dos chupa-culos incondicionales. Las tres se habían quedado calladas al vernos igual que nosotras al verlas a ellas.
Yo levanté la barbilla y seguí andando normal , también sentí como Eli se paraba y luego aligeraba el paso detrás de mí.
De pronto la tres capullas estas rompieron a reír y yo me giré para ver que pasaba y vi a Eli tirada en el suelo.
-¿Qué te han echo?.-le pregunté ayudandola para que se levantara y luego miré a Cris furiosa.
Las tres rieron más aún y yo las ignoré.
-¿Qué ha pasado?.- Exigí saber.
-Nada, que soy una patosa y me he caído...
-No mientas Eli, ¿que te han echo?.- Susurré para no dejarla en verguenza.
-Me han puesto la zancadilla,¿estás contenta?, ahora vamonos.-"contentisima"; pensé para mí, pero no tanto hasta después de verlas en una tumba.
-Sois...-Las miré una por una.- Os juro que esto no acaba aquí, os vais a acordar de mí durante toda vuestra inutil y asquerosa vida.
-Déjalas Vicky, no merecen la pena.- me sujetó del brazo.
-Eli, sueltame.
-Eso, sueltala, Elizabeth...-dijo Cris dando un paso hacia mí con los brazos cruzados.
-No seas tonta,Vicky, te expulsarán.- Eli ya se lo olía todo por eso me soltó, pero solo para ponerse entre Cris y yo.
-No va a pasar nada. Solo va a recibir lo que se merece.- La aparté de en medio sin hacerle daño.
-¿Me vas a pegar?...¿eso es lo que intentas decir?.-Preguntó la muy estúpida riendose. Y entoces sentí que mi rabia se estaba desbordando por todos lados. Eli llevaba razón,soy tonta, pero con el gusto de romperle la nariz a esta diva del colegio Sant George.
Cris volvió la cabeza para ver si sus amiguitas se estaban riendo del chiste que nunca había echo y cuando se volvió para desafiarme le solté un puñetazo.¡Pimba!, en toda la nariz, ¡si!, donde más duele. Era un señor puñetazo, me había echo un poco de daño en los nudillos pero eso compensaba  lo "contentisima" que estaba ahora, así, sin escuchar esa risa molesta que se me mete por los oídos y me saca de quicio. 
Lo sé, le debería de haber dado más fuerte pero todo el mundo tranquilo, que le pido a dios que por favor le pueda dar otra vez. Es que es maravilloso, ¡pum!, golpe, después esa risa se apaga y es implosible el que no lo pueda hacer otra vez, no he podido controlarme y la muy tonta se ha quedado k.o a la primera, será gilipollas.
Se tambaleó hacia atrás y las otras dos corrieron para ayudarla. Mientras que una la sujetaba la otra se acercó a mí y me dió golpecitos con el dedo índice en el hombro, diciendo:
- Te arrepentirás de lo que acabas de hacer. Vamos a ir ahora mismo a contarselo al director.- Otra tonta que buscaba otro puñetazo en el mismo sitio.
-A mí no me des con el dedito o no llegarás viva para contarselo al director, ¿estamos?
-¡Ya está bien!, ahora si que te has pasado, Vicky.- Eli me tiró del brazo y me llevo hasta el patio, donde ninguna de las chicas se había percatado de que yo le había endiñado un peñetazo a la más odiada del instituto, de haber sido así estarian todas ahora alzandome en el aire y gritando mi nombre: ¡Vicky!, cha, cha, cha, ¡Vicky!, cha, cha, cha. Pero esa no era la realidad. Eli estaba que echaba chispas y lo peor era que todas iban hacia mí.
-¿Crees que puedes ir soltando puñetazos a diestro y siniestro?.-me gritó. Se le escapaba hasta la saliva de lo nerviosa que estaba.
-Mmmmm.-me limpié el gapo que me había soltado en toda la mejilla y luego contesté:
-Claro que si,¿porqué no?, si el puñetazo lo recibe Cris está más que justificado, creo yo...¿no?- A Eli se le salieron los ojos de sus orbitas y se puso roja, no podía comprender mis palabras. Estaba histerica. Era algo extraño yo era la que le había pegado a Cris y sin embargo Eli era la que estaba preocupada, curioso, ¿verdad?

viernes, 8 de enero de 2010

Capítulo nueve

-Ti-ri ri, ti- ri ri, ti- ri ri.
Saqué el brazo al frío y despiadado aire de mi habitación y apagué el despertador. Me levanté corriendo, abrí el armario y cogí del cajón un sujetador, luego busqué entre aquel revoltijo de ropa: el jersey, el polo,los leotardos azules y las faldas del uniforme. Cuando lo tube todo volví a mi cama escopeteada y me tapé hasta la cabeza. Me vestí dentro de mi caliente madriguera y luego salté de la cama y me dispuse a buscar los horribles zapatos del uniforme.
Me había levantado a las siete menos veinticinco y como siempre, iba justa de tiempo; llevaba ya diez minutos buscando los dichosos zapatos pero no aparecían por ningún lado, así que me rendí y bajé a la cocina descalza.
Mamá me obligó a desayunar y me tuve que tomar una tostada enorme y un vaso de leche con Nesquik y todo eso apresuradamente. Justo cuando acabé de desayunar mamá encontró mis zapatos, que me puse en menos de un segundo. Después salí a toda prisa de casa y allí estaban: Álex, Nicole y Charlie; Subidos en el coche como todas las mañanas, esperandome.
-Vicky, corre o llegareis tarde.-Dijo Charlie dandole a la bocina del coche.
-Ya, ya voy, no te sulfures.- Me metí en el coche y Nicole me sujetó la muleta mientras me colocaba en el asiento.
-Gracias Nicole.- me devolvió la muleta. ¡Aagg! como odiaba tener que ir con esta muleta a todos lados, milagrosamente ya no me dolía nada,¿porque no me la he dejado en casa?, ¡Ah!, ya se, mamá es muy cabezona. 
Y este era el primer día que la tenía que llevar por que lo de anoche no contaba, no se si lo podré soportar. A mí no me gusta que la gente se acerque a mí y me diga: ¡Oh!, Victoria,¿ que te ha pasado?, me han dicho que te ha atropellado un coche, ¿no?, ¿es eso cierto? y bla bla bla bla bla bla y más bla bla bla bla bla bla esta muleta era un imán para las cotillas cara duras del instituto y los dos esparadrapos que llevaba en la cara aún más todavía. Tenía que hacer algo, y rápido ya solo estabamos a cinco minutos del instituto.
-De nada.- contestó Nicole con cara de buena. Le miré el pelo y me aguanté la risa.
-Anda, ven, deja que te arregle el estropicio que te ha echo mi madre.
Mamá es como si tubiese dos hijos más aparte de mí: Álex y Nicole. Para Nicole mamá es como su verdadera madre y yo creo que incluso la quiere más aún más que a su madre bilogica, ella es demasiado iresponsable como para cuidar a Nicole, por eso sus hijos viven con Charlie. María si se va a veces con su madre y Nicole también, en las vacaciones de verano; casi siempre están María y ella un mes allí, en texas, y luego vuelven a España. Pero aquí tienen su vida y aquí mamá es la única persona que los quiere de verdad, quitando a Charlie que si que los quiere pero no tanto como mamá y eso que no son sus hijos. Mamá se encarga de todo lo que viene siendo Nicole, la peina, la lleva a música, la recoge, la trae,la lleva; es como su dama de compañía, raro es el día en el que mamá y Nicole no salgan juntas a hacer cosas, a hacer la compra, a visitar a los abuelos de Nicole, a limpiar el coche y todo eso, a lo que mamá dice que también le gustaría hacer conmigo, lo que pasa.... es que yo no tengo ni chispa de ganas, muajajaja, yo soy sincera y se lo digo a la cara y resumiendo que Mamá la trata como si fuese su hija, como si la hubiese tenido ella misma, vamos, y le da las mismas cosas y los mismos caprichos que me daba a mí cuando yo tenía su edad. 
Aunque esta vez le había desgraciado el pelo y que yo recuerde eso a mí no me lo hacía...¿o sí?, ¡Que horror!, bueno no importa eso ya pasó ahora le tocaba sufrir a Nicole.
Le había echo dos trenzas y  tenía la raya en todas direcciones menos recta, los pelos se le salían de la trenza y parecía una piojosa con todo el perdón del mundo por que Nicole en la vida podría tener piojos, mamá le desenreda el pelo todas las noches, además Nicole es tan sumamente pija que si se enterase de que tiene piojos se echaría a llorar como un bebé y las chinches saldrian huyendo de los chillidos que metería. Sería espantoso tener que ver eso....
Le deshice las trenzas y le hice la raya con la uña más larga que tenía y si me mordía las uñas pues imaginaros como sería. La peiné rapidamente y cuando acabé se miró en el retrovisor con una sonrisa de oreja a oreja.
-Y una cosa que yo me pregunto...-dijo todavía mirandose pero ahora se había puesto sería
-A ver sorprendeme.
-¡¿Y porqué no me peinas tu todas las mañanas?!.- Me miró emocionada.
-¡¿Y porqué que no me pagas y yo lo hago encatada?¡.-Álex se rió por lo bajini y a Nicole se le borró la sonrisa de la cara.
-¿Que pasa?, a tí no te cuesta nada.- Dijo agachando la cabeza deprimida.
-No te cueles renacuaja que si te he peinado es porque me dabas pena.
-Jó.- Le cambió la cara totalmente y me dió muchisima pena.
-Bueno... eso ya lo hablaremos con mi madre. Si quieres yo le digo peinados chulos y ella te los hace, ¿vale?
-¡Vale, con eso me conformo!.-Sonrió.
-Ja, ja.Más te vale conformarte con eso.- yo también sonreí.
Charlie paró el coche y yo me quedé muerta. ¿Que iba a hacer ahora con la muleta?, me había olvidado completamente.
Miré el asiento del copiloto y por mi cabeza pasó una brillante idea.
Escondí la muleta debajo de mi sitio y me bajé del coche. Por suerte nadie se había dado cuenta excepto Nicole.
-Venga, vamos, te acompaño a clase.- Le dije. Quizá la sobornaría por el camino, no se, antes tendría que contar el dinero de mi cerdito.  
Nosotras entramos en nuestro colegio y Álex en el suyo.
Llevé a Nicole hasta su clase que estaba en el edificio de primaria y luego corrí hasta secundaria para no llegar tarde a primera hora, además quería entrar antes que la profesora por un día, porque siempre lo hacía después y no me daba tiempo a hablar con Eli como hacian todas, que llegaban temprano al instituto y podían hablar hasta artarse pero yo no, yo llegaba y me tenía que sentar en silencio y esperar a que Eli me dijera como todos los días : ¡Vuelves a llegar tarde, ¿cuando cambiarás?!.- y todo en un susurro para  que no se diese cuenta la profesora.¡Aaag!, eso no me gustaba.
Cuando entré en clase la profesora ya estaba allí y me fastidié porque como otro día más tuve que andar sin hacer ruido hasta mi sitio y...
-¡Vuelves a llegar tarde, ¿cuando cambiarás?.- solo faltaba eso, la tipica frase de Eli, ¿Cómo no?, en ralidad escucharla después de todo lo que había ocurrido me hacia feliz, era para decirle, venga Eli, venga, dila, dila otra vez que entonces ya me tiro a tí para abrazarte pero las cosas no eran así a mí me repateaba que me dijesen lo que acababa de hacer, lo que tenía que haber echo o en lo que me había equivocado, odiaba que me juzgaran.
-Ya lo se, no hace falta que me lo digas, pero bueno eso no importa yo quiero saber donde estabas anoche.
-¡Ah!, es verdad, lo siento Vicky , lo siento mucho, Dani me llamó pero yo estaba en el conservatorio, hacía ya dos horas que había acabado ballet pero nadie vino por mí , te prometo que si hubiese podido ir, estaba allí la primera y lo sabes, ¿eh?
-Claro que lo sé, tonta, no te preocupes, te eché un montón de menos y te tengo que contar una cosa, no te va a gustar pero a mí tampoco me gustó cuando me la dijeron.
Se puso triste y se giró para mirar a la prefesora.
-¿Que pasa?.- le tiré del pelo para que se diese la vuelta.
-Que lo se todo, Dani también me dijo eso.- Se quedó mirandome con compasión.
-¡Anda!, pero si estás aquí Victoria.- Nos interrrumpió la profesora.
-Si , ja ja.- estaba muerta de miedo, esta era de las que me regañaban a saco por llegar tarde.
-¿Cuantas veces te tengo que decir que la última que entra en mi clase soy yo?.
-Ninguna si ya me ha quedado claro.- Le sonreí.- Me voy, usted quedese tranquila y siga dando la clase, adiós.
-Así me gusta, pero no , no te vayas creo que esta lección te interesaria aprenderla si quieres aprobar mi asignatura.- Me senté otra vez. ¿Que puñetas quería? , ¿me quedo o me voy?, repampanos, ¡esta mujer está como una cabra!.
-Vale, me quedo, como usted quiera.-respondí con educación.
-Está bien, chicas vamos a seguir.-se dió la vuelta para escribir en la pizarra pero volvió  mirarme.- Una cosa, de ahora en adelante quiero que cada vez que llegues tarde a alguna de mis clases te anuncies diciendo tu nombre y apellidos, la clase a la que has llegado tarde y el motivo por el cual lo has echo, ¿de acuerdo?.
-Como usted diga.- Abrí mi libreta y saque un boli del estuche y lo apunté para que no se me olvidara. Poque estaba claro que mañana se me iba a olvidar.
- Eso eso,apuntelo, todo remedio para la mala memoria es un boligrafo y una hoja de papel.- Le puse la más forzada de mis sonrisas y ella se dió la vuelta satisfecha para seguir con la clase.
Por lo demás la mañana transcurrió sin más llamadas de atención apesar de que Eli y yo llevabamos las tres primeras horas hablando sin parar. Hablamos de todo tipo de cosas menos de que me iba a Estados Unidos, le conté como fue lo del accidente y ella  no se lo podia creer, se imaginaba que podía haber sido de todas las maneras posibles pero descartaba totalmente la de que yo cruzase sin mirar; si en realidad no me lo creía ni yo.
Sonó el timbre que anunciaba el recreo y todo el mundo cogió su desayuno y salió al patio.
-Vicky, ¿vienes al baño?.-preguntó Eli. Todas las chicas ya habían salido escepto una, solo quedaba Pamela . Ella antes se iba con las más super del instituto pero como era de esperar no han tardado en dejarla de lado. Pamela llegó nueva hace dos años y digamos que entró con buen pie a la escuela, desde el primer momento que entró  por la puerta las super-mega-fashions quisieron que se uniera a su grupo y
¿como no?, ella acepto. Por dentro no era como ellas pero por fuera lo intentaba. Las cuatro andaban por los pasillos como si fueran por un casting de modelos y se creían lo más pero de lo que no se daban cuenta, era de que parecían un sequito de estupidas reinas copiadoras, todas hacian los mismo y llevaban los mismos accesorios nada más que de diferentes colores, era espantoso tener que verlas, ¡Puaj!, te entraban ganas de tirarte al suelo a partirte de risa o directamente reirte en su cara. 
Un día Pamela se dió cuenta del ridiculo que estaba haciendo desde que entró en este instituto y decidió alejarse de ellas pero eso no quedó así. Ahora Cris que es como la manda más del grupo le hace la vida imposible(como a todas claro) pero es que a la pobre Pamela no la deja ni respirar, la margina totalmente y si alguien se acerca, ella muy rápido hace algo para ahuyentar a esa persona. Y es que cuando Eli  vió lo que estaban haciendo con ella le empezó a hablar y a animarla  y por eso ahora se venía con nosotras de vez en cuando, Yo estoy en total desacuerdo; Pamela se merece lo que le están haciendo, por creerselo tanto el primer día, pero Eli no es como yo, ella es mejor persona y por eso hace todo lo posible para que nadie la margine.
Cuando Cris se enteró de que Eli era la que le intenba fastidiar su plan le cogió una tirria increible, no podía verlas juntas por eso construyó otro plan de emergencia para liquidarlas a las dos de una misma vez. Estando Pamela y Eli juntas las cosas cambiaban mucho, las super ya no tenían el liderazgo en cualquier parte por que Eli y Pamela inocentemente y todavía me pregunto como lo hacen, se lo quitan, le arrebatan todo tipo de atención que hasta hace unos meses sería de las super.
Pamela tiene un físico espectacular y de Eli ya no quiero ni hablar. Eli es la tipica rubia angelical, de ojos azules y pelo largo hasta la mitad de la espalda que deja k.o a cualquiera que la mire. Pero tiene un pequeño defecto, conmigo no se comporta así pero solo por que me conoce de toda la vida, además yo soy su mejor amiga,su hermana, pero por ejemplo con cualquier profesor es la chica más tímida que existe sobre la faz de la Tierra. Cuando alguien que no conoce bien le dirije la palabra se pone roja y ni siquiera puede mirarle a la cara, baja la vista y contesta timidamente, eso es todo. A mí que haga eso me saca de quicio, ¿porqué conmigo es tan abierta?(nos cambiamos de ropa juntas y todo) y ¿porqué con la gente que no conoce no se atreve ni a mirarles a la cara?, era imcomprensible, para mí, claro, porque mamá dice que ella de pequeña era igual que Eli y que la entiende completamente, dice que cuando crezca un poco más, se le quitará todo esa timidez. Pero a pesar de todo eso yo lo único que pienso es que todavía no se ha dado cuenta de lo guapa  que es, no es consciente de como la miran los chicos y todos sabemos por qué. Porque cuando pasa un chico guapo baja la cabeza e intenta hablar conmigo para no tener que encontrarse con su mirada y se pone como un tomate claro está.
Si un día como dice mamá se deshace de toda esa verguenza que la embarga podría ser modelo o lo que quisiese. Hace poco que fuimos de compras al centro comercial e ibamos cargadas de bolsas(como siempre)y por eso nos sentamos a descansar en un banco y entonces se acercó una mujer muy alta y con porte de modelo que nos enseñó una tarjetita que decía que ella era la representante de una agencia de modelos, se sentó con nosotras y nos estubo convenciendo para  que hablaramos con nuestros padres y si nosotras queriamos la llamasemos para hacer una prueba, decía que eramos las indicadas para desfilar en su pasarela. Yo directamente le dije que no por que yo no servia para desfilar por una pasarela y menos profesionalmente aunque si me daban un skate y luego me ponían la ropa más horible del mundo, me daba igual, yo y mi monopatín podiamos hacer que todo el mundo quisiera llevar esa ropa, ja ja ja, no, es broma, yo no tenía ni una mínima idea de lo que era ese mundo pero a Eli le apasiona, además ella fisicamente era perfecta y mentalmente también, Eli es una chica diez, ¿que más quiere?, es buena estudiante, sus notas no bajan del nueve y es la mejor bailarina de ballet que había en el conservatorio de Madrid, su profesora está intentando reunirse con su padres para darle una beca fuera de España pero claro, con unos padres así, ¿quién va a poder estudiar fuera de España?, estaba claro que Eli no. Sus padres eran muy raros, hace años que estaban separados y los dos eran químicos o algo de eso. Eli es hija única y estaría amargada si no me tubiese a mí y a su abuela. Encima de todo que la tratan como un perro, cuando su madre y ella se enfadan, Elena su madre le soltaba a la cara que solo la tuvieron pues por tener a alguien que los cuidara de mayores, eso lo he escuchado yo por mis oídos y me he quedado muerta, pero Eli es tan inocente y buena que me dice:
-No, si no es verdad, no le hagas caso, solo lo dice para cabrearme.- Si vamos para cabrearla precisanmente no se dicen esas cosas, eso se dice cuando quieres que tu hija se unda en una depresión, repampanos. En fin dentro de lo malo siempre hay algo bueno y lo bueno de esto es que Eli a pesar de todo nunca se ha calificado como víctima y por eso es la mejor amiga que tengo y la única persona en el mundo que yo conozca, que tenga tantas virtudes juntas. Eli es la chica más dulce, responsable, bondadosa, honrada, justa, sensible, compasiva, amable y lo más importante de todo es humana y tengo que decir una cosa creo que hasta me quedo corta. Eli es la mejor persona que he conocido nunca. Ella simplemente es "Eli"

martes, 5 de enero de 2010

Capítulo ocho

Charlie metió el coche en el garaje(si ya le tenía miedo por el día a mi querido sótano ya por la noche tenía que ir agarrada de mi madre como una niña pequeña, osea así, como Nicole.) Me bajé del coche y mamá subió las escaleras a mi lado por si me caía(y porque sabía que era una miedica también) y me di cuenta de que la bicicleta de Álex seguía ahí tirada en el suelo, como yo la había dejado. Miré a Álex que iba detrás mía y parecía perdido en sus pensamientos. Era tan guapo cuando no fruncia el ceño cabreado, pero yo pocas veces podía disfrutar de eso por que siempre que nos mirabamos no matabamos mutuamente, casi nunca lo veía en paz conmigo y eso me llegaba a cansar a veces, pero solo a veces. Si en realidad era un cacho de pan, le pegaba y él no hacía nada, aunque había una cosa para recalcar, el me besó primero y antes eso hay una norma, si te besa sin permiso tienes derecho a pegarle, yo no digo nada pero es una norma y hay que cumplirla o esta, tal vez fuese mi excusa para escabullirme de todo, no lo se.
Le miré la nariz y recordé el golpe que le metí, con decir que me hice daño yo en la mano no quiero saber cuanto le debería de haber dolido, si es que soy una imbecil, y lo peor es que lo se y no hago nada para cambiar.
Se dio cuenta de que lo estaba mirando y quité la vista corriendo, era vergonzoso no con él sino con cualquier persona que te pillaran mirandola embobada. Cambié la vista a su bicicleta y el se rió y negó con la cabeza. 
¡Vale!, estaba claro que me había pillado en todo lo mío pero, ¿que pasa?, él también me miraba a escondidas, ¡eso no lo podía negar!
Lo miré y movió los labios para que se los leyera.
-Olvidalo.-miró su bicicleta.
Yo le sonreí y miré hacia delante para seguir subiendo las escaleras. Al rato fruncí el ceño extrañada. No era propio de él rendirse y menos si no había sido él quién había movido la última ficha, algo me olía mal o no, quizás por una vez  todo había acabado.
Subí a mi cuarto como pude y me puse el pijama. Por suerte antes de irme de casa me puse unos tenis que tenía en la entrada. Se ve que después de la pelea mamá subió a mi habitación la zapatillas que dejé tiradas abajo, era tan buena.
Me metí en la cama y ví pasar a mamá por la puerta que estaba entornada.
-¡Mamá!.
-Dime, mi vida.-asomó la cabeza.
-¿Me quieres arropar?.-Mamá puso los ojos fuera de sus órbitas y pasó acercandose a mí.
-Un momento...que dios me conserve la vista por que el oído creo que me está fallando. ¿O puede que haya escuchado a mi hija decir:¡¿que si la quiero arropar?!, no, no puede ser, me falla el oído, eso es, lo dicho, que dios me conserve la vista.
-¡No, mamá!, no te burles de mí, ¿porqué?
Mamá se rió y me tapó con la manta.
-¿Está así bien mi chica dura?
Sonreí y afirmé con la cabeza, pero pronto se me borró la sonrisa de la cara.
-Mamá...-no sabía como decirlo.-yo...estaba muy enfadada y no pensé nada más, lo siento. Me comporté como una...
-Da igual hija, eso ya ha pasado, yo ya lo he olvidado, ahora, si que te pido una cosa, le tienes que pedir perdón a Charlie, esas cosas no se dicen, él se porta muy bien contigo y solo quiere que os lleveis bien y creo que esto ya lo hemos hablado,¿no?, ahora esta es nuestra familia pero eso no quita que tú no tengas otra, ¿me entiendes? yo solo quiero que aprendas a controlarte más; porque una retirada a tiempo duele menos que un: "lo siento" a la persona que has echo daño, ¿si? 
-Claro, llevas razón pero yo necesito saber que tú me has perdonado.
-Tu estás perdonada siempre, aunque no malintrepretes mis palabras.- nos reímos. Eso me lo decía cuando yo era una mocosa y hacia lo que quería con sus palabras.
Hace tiempo mamá me contó que yo de pequeña como ahora estaba siempre perdonada, esa frase me la dijo por primera vez cuando tenía seis años y con seis añitos quién no va a malintrepretar esas palabras, dice que me peleé con una amiga y le pegué un mordisco(según mamá era malisima de pequeña, yo ya es que ni me acuerdo la verdad) y entonces mamá y la madre de la niña se dieron cuenta y me dijeron:
-Pidele perdón.- y yo miré a la niña y le dije: Mi madre dice que yo siempre estoy perdonada por eso no hace falta que te lo pida, ¿no?. Ya me has perdnado, ¿verdad?.
Dice mamá que se miraron su amiga y ella y no pudieron dejar de reír en toda la tarde aunque después me dijo que eso no tenía nada de risa que me había portado muy mal con mi amiguita pero cuando me lo contó yo tembién me reí y no me detuve a pensar en lo mala que era, si no, en lo inmensa que era mi inocencia cuando solo era una enana.
-Mamá...
-¿Qué?, cariño.
-¿Echaré de menos a papá?.-Le dolió que le preuntara eso y seguro que estaba buscando una buena respuesta, porque se quedó pensativa.
Me echó el pelo hacia trás y me acarició la mejilla.
-Claro que sí, pero te traeré a verlo todas las veces que quieras, todo va a seguir igual que antes, ¿vale?, ahora duermete.-se levantó, apagó la luz y entorno la puerta.
-Mamá, espera...-se asomó.
-¿Y Dani?,¿Que pasa con Jackson, Guti, Javi, todos los chicos en general?, ¿Qué haré sin ellos?,¿Y si me olvido de ellos al cabo del tiempo sin darme cuenta?
Mamá sonrió.
-Duerme cielo, mañana hablamos, es muy tarde.
-Si, pero contestame.
-Nunca los olvidarás, estate tranquila.-cerró la puerta.
-Mamá, mamá...
-¿Queeeee?- Abrió la puerta cansada.
-¿Y Eli?, jamás encontraré a una amiga como ella, me volveré majara si no está a mi lado para ponerme los pies en la tierra.
-Vicky.-suspiró y se acercó a mí.-¿ que voy a hacer contigo?.-Se sentó en el borde de la cama.-Yo también viví tu situación hace muchos años. Hubo momentos en los que creí que la tristeza sería eterna, pero volví a sorprenderme a mí misma riendo sin parar. Cuando me separé de tu padre hubo un momento en el que dejé de creer en el amor y entonces me di cuenta de que aquí estaba Charlie, siempre a mi lado y no puedo dejar de amarlo cada día más y más. Hubo un momento en el que creí que jamás volvería a encontrar un amigo, que la amistad no volvería a existir y entonces de pronto sin saber como, entró en mi vida Clara que me hizo reír y llorar en lo mejores y peores momentos. Hubo un momento en el que estaba segura de que la comunicación con alguien se había perdido y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de casa dejando una carta de tu padre. Hubo un momento en el que una pelea parecía ser eterna y sin dejar de entristecerme terminó en un abrazo a las doce de la noche, en un sitio no muy ameno. También hubo un momento en el que un examen me pareció imposible de pasar y mirame ahora, ¡Soy profesora!. Hubo un momento en el que sentí que no podría hacer algo y hoy me sorprendo a mi misma haciendolo. Hubo un momento en el que creí que nadie podría comprenderme y entonces vinistes tu al mundo, alguien que parecía leer mi corazón. Y con esto lo único que quiero que entiendas es que, si hay momentos en que la vida nos ha cambiado en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará en un sueño echo realidad.
-¡Vaya!.-susurré alucinada, mamá me había dejado verdaderamente boquiabierta.
-¿Entiendes lo que intento explicarte?.- Sentí unas ganas enormes de abrazarla.
Me levanté efusivamente y me tiré a ella. Claro que me iba a Estados Unidos, me iba al fin del mundo junto a ella si hiciese falta.

lunes, 4 de enero de 2010

Capítulo siete

Cuando mamá me soltó, Charlie vino a abrazarme como si nada hubiera pasado, Nicole también se me enganchó en una pierna y Álex solo me hizo un gesto con la cabeza desde su sitio, pero eso bastaba, yo sabía que no estaba cabreado comigo por lo del...puñetazo.
En la sala de espera estaban Mamá por supuesto, Charlie, Nicole, Álex, Dani, Amelia(la madre de Dani), el abuelo de Dani, los chicos que no eran pocos, podrían ser sobre unos doce o cosa así y la verdad es que en la sala esta parecían muchos más; también estaba Clara nuestra vecina y la mejor amiga de mamá. Los padres de Charlie... que eran como unos abuelos para mí, como si tubiese cuatro abuelos, porque si contaba los de papá y a estos son cuatro, los de mamá murieron hace años, una lastima la verdad por que ni siquiera los pude conocer, ellos a mí si pero yo a ellos nada, pero bueno, no importa porque los padres de papá son los mejores abuelos que puede tener una persona y sobre todo el abuelo que lo quiero por encima de todo y a la abuela tambien claro está.
¡Oh¡, me di cuenta de que estaba Susana, y...¿llevaba un bebé en brazos?, me acerqué a ella cojeando y ella un poco a mí.
Susana era más guapa de lo que yo recordaba, la podía ver con claridad y me estaba sonriendo.
-¿Estás mejor?
-Si, bueno, estoy bien ,¿tú?
-Yo he salido ilesa, no te preocupes, lo siento por tí, no era mi inteción...
-Tranquila, no pienso eso. Se como sucedió y además fue mi culpa si yo hubiese mirado..-Busqué a mamá con la vista.-Ojalá no me regañe mucho.
Susana rió y yo volví la vista hacia el niño que le estaba acariciando los tirabuzones a Susana.
-¿Es tu hijo?
-No. Esta cosita es mi sobrino.-le acarició la mejilla.
-¿Iba él en el coche?.-pregunté asustada. Por mi culpa le ha podido pasar algo, no me lo perdonaría.
-¡Noooo!, que va, lo he recogido antes de venir aquí, ¡ya sabes, la guarderías no abren las veinticuatro horas del día!, además ya es muy tarde se lo tengo que llevar a mi hermana.
-Menos mal que no iba en el coche que susto.....-me puse una mano en el pecho e intenté calmarme.
-Bueno no vas a saludar a tu amigos, están deseando de abrazarte.-Miré hacía atrás y todos los chicos esperaban todavía en pie. Andé hasta ellos con lentitud y nos dimos un abrazo comunitario. Cuando nos soltamos me di la vuelta un poco para ver a mamá  y estaba hablando con Susana.
No se si la iba a matar por atropellarme o a darle las gracias por atropellarme solo un poquito y luego llamar a una ambulancia.¡Uff¡, pero había algo peor que eso, como se esterase de que había sido mi culpa, de que yo no había mirado antes de cruzar, me castigaría durante dos años por lo menos; es lo que más odia mamá, que crucemos la calle sin mirar; desde pequeña me ha enseñado a mirar para un lado y luego para el otro, por eso me sabía la lección, pero no se lo que me ha pasado esta noche, aunque ya da igual todo ha quedado en nada, pero... ¿y si Susana se lo cuenta a mamá?
Debía de tener una cara de disgusto impresionante porque cuando Susana me miró por el cima del hombro de mamá dejó entrever una leve sonrisa y me guiñó un ojo para que me quedase tranquila. Supongo que eso sería un: No te preocuoes, yo no te voy a defraudar.  
Le sonreí con ganas.
En el poco tiempo que la había conocido se podía decir de ella que era una muy buena persona,de eso no cabía duda.
Me giré para estar con los chicos y les regalé una dulce sonrisa.

-¿Qué haceis aquí?, mañana hay instituto.-les reñí, y todos nos reímos.
Era un miercoles, a las doce de la noche, en un hospital de la ciudad y encima de todo al día siguiente instituto, estaríamos todos y cada unos de nosotros en pie a las siete de la mañana, algunos más temprano pero nadie más tarde por que esto era Madrid, mi ciudad y aquí todo el mundo tenía su propio vida y yo doi las gracias de poder haber entrado en sus vidas y poder haberlos conocido a todos, por qué cada uno de ellos y ellas es una trocito de mí, y si ellos se rompen...yo me desmonto y no puedo seguir.
Pero faltaba una persona,una con mucha importancia. Eli. ¿Donde se había metido?, seguro que estaría tan despistada como siempre, o si no en casa de su padre o en la de su madre vete tu a saber, quizá estará con sus abuelos o puede ser que con su tía, o incluso todavía puede estar en ballet porque nadie la ha ido a recoger como siempre sus padres se habrán olvidado de ella. Pero sea donde sea que esté seguro que piensa en mi porque es mi mejor amiga, ¿que amiga?, pero...¿que estoy diciendo?,ella es como mi hermana y eso siempre se tiene en mente. Ella es mi hermana, Eli. Otra más de la familia.

domingo, 3 de enero de 2010

Capítulo seis

Él medico interrumpió todos mis pensamientos y cuando dijo mi nombre me sobresalté. Levanté la vista para ver su cara y me mordí el labio intentando aguantar la risa. O se le había olvidado quitarse la nariz de payaso o me estaba tomando el pelo y iba así por todo el hospital, una de dos, aunque las dos eran igual de ridiculas.
-¿Que tal estás?, aquí pone que ha sido un buen golpe, ¿no?.- Me abrió un ojo y me puso la linterna, entonces vino a mi cabeza otra horrible imagen de aquella luz cegadora.
-Con que un simple despiste.- Le echó un ojo a la carpeta que sostenía.
-Sí, algo así.-puse cara de niña buena y el doctor sonrió.
-Eres una de las adolescentes acidentadas con más suerte que han pasado por aquí.
Andó hasta el otro lado de la camilla y movió mi tobillo haciendo circulos en el aire.
-¡Ay!.- solté inconscientemente.
-¿Te duele si te hago eso?.-Preguntó moviendome el tobillo otra vez.
-No.-En realidad no me dolía. Era por quejarme más que por otra cosa.
-Entonces...¿porqué...?
-No lo sé.- lo interrumpí levantando los hombros sin tener ni idea.
-A ver aquí...-me tocó más arriba y en cuanto puso su mano en mi pierna me dió un calambre, pero no gemí por el dolor de ese clambre sino por el que me causaban aquellas imagenes en mi cabeza. Papá tan solo apoyaba su mano en mi pierna pero yo me retorcía como si me la estubiese partiendo.
-Aquí si que te duele , ¿verdad?.-
-Un poco.-cerré un ojo para que así salieran las imagenes de mi cabeza pero no lo conseguí así que lo intenté de nuevo pestañeando unas cuantas veces para borrar todas y cada una de ellas y si era posible que no volvieran a aparecer más.
-Está bien.-me quitó las manos de encima y apuntó algo en los folios.-Raquel ven un momento.-llamó a una enfermera.
-Si, dime.-me miró primero a mí, me sonrió y luego puso la vista en los ojos del doctor.
-Dale puntos en las heridas de la cara y aquí,-señaló mi pierna.- tan solo pon una venda.
-Ahora mismo.-se fue.
-Escucha Vicky,-asentí con la cabeza.-te vamos a coser las dos heridas que tienes en la cara, ¿te duelen?.
-¿Que heridas?.-Arrugué la frente y me dolió algo entre las cejas. El doctor me miró confundido y yo me toqué el entrecejo
Mire mis dedos y tenía sangre seca...¡Puaj!, que me había echo. ¡Qué asco!
-¿No te habías dado cuenta?.-Preguntó sorprendido.
-Para nada.- rechisté como regañandole por hacerme una pregunta como esa.-Esto es asqueroso, ¿tengo la sangre ahí pegada?
Se acercó y  me requetemiró la herida.
-Pues es bastante profunda como para que no te dieras cuenta.-Puse cara de disgusto.
-Pero..¿Que me dice?
-No te alarmes, tranquila, Raquel te las coserá perfectamente para que no se te quede ninguna cicatriz.-Cogío la carpeta y cuando se iba a ir pregunté:
-¿Y la otra?
-¿Qué otra?-Parecía más confundido que antes.
-La otra herida has dicho que tengo dos.
Pareció ignorar mis palabras y salió pero luego entró con un espejo en las manos y me lo tendió.
-¡Qué horror!, estoy llena de sangre.-Tenía la mitad de la cara llena de sangre reseca y por el cuello también.
El doctor rió con fuertes carcajadas y yo le lancé una mirada asesina.
-Tienes una brecha en la frente y otra en la barbilla pero,¿a ti te preocupa que tienes por toda la cara sangre reseca?
Me contagió la risa.
-Que mal estais los jovenes de hoy en día.-salió y corrió mi cortina.
-¡Oh!.-Escuché a lo lejos y de pronto se abrió la cortina.
-Victoria, que se me olvidaba decirte..., lo de la pierna no te preocupes. No hace falta escayola y realmente estoy pensando que tampoco la venda, solo tienes una pequeña fractura, se te curará en unos días, pero para que eso no pueda ir a más intenta apoyar el peso en la otra pierna y para que puedas hacerme caso te voy a traer una muleta, ¿de acuerdo?.- si dije asustada. Este hombre se estaba quedando conmigo ¿o qué?, no iba a ponerme una venda pero si tenía que ir por ahí haciendo el mongolo con una muleta. ¡Qué fuerte, macho!
"Perdona...¿qué?,repite eso", hoy todos me querian volver loca.
Cuando el médico salió entró la enfermera que traía todas la cosas para coserme...mi bonita cara...=S
Estaba preparando todo cuando vi que la cortina se movia.
-Toc, toc, toc, soy el doctor.-entró de nuevo riendose de su propio chiste. Este tío estaba mal de la cabeza y encima de todo toavía llevaba la nariz de payaso, que me maten con tomate, yo creo que se han equivocado y me han traido a un loquero.
La enfermera empezó con la herida de la frente y yo vi las estrellas, estaba rabiando.
Abrí los ojos y el doctor me observaba arrugando la nariz.
-Ahora si que sientes la heridas, ¿verdad?. Lo siento. Debí de haberte avisado de que esto dolia un poco.
-Un poco dices, me quereis matar.-dije flojito, pero lo último lo dije gritando por que sentí como se deslizaba el hilo por dentro de mi piel.
Me cosió las dos heridas y me puso una gasa en cada una de ellas. Me levanté de la camilla y ahí seguía el ESTOY-LOCO-DE-REMATE, con una sonrisa maliciosa, supongo que su sonrisa, digo yo.
-¿Más?.-Renegué. Él rió y luego cogió la muleta que estaba apoyada en la pared.
-No, no te vamos a hacer nada más, anda toma.-me dió la muleta.-Ya te puedes ir.
Me acompañó hasta la sala de espera y mientras andabamos fue diciendome que lo de la pierna no tenía importancia, pero a mi me dolia tanto que no la podía ni apoyar.
Cuando entramos en la sala vi como se levantaban de golpe demasiadas personas. Por una parte me dió alegría de que se preocuparan por mí pero por otra me sentí horrorizada, todos venían hacía a mí y parecía que se me iban a echar encima.
-Parad.-Levanté una mano para mantener las distancias, ni siquiera había visto sus caras solo quería que se detubieran para verlos pero no me dio tiempo porque la única que siguió hacía mí fue mamá que se tiró a abrazarme, ella era a la que más necesitaba en este momento, solo quería abrazarla a ella y no separarme nunca más.
-Vicky no me des estos sustos, no se lo que lo que haría si te pasara algo, ¿vale?
La abracé con más fuerza y sentí a mi madre, la persona que más me quería en este mundo, era ella, mi madre. La Emma de siempre, una madre fuera de lo común ante todo, la de toda la vida, la que me cuidaba y a la que yo tenía que cuidar cuando se descuidaba. Era maravilloso poder abrazarla sin miedo, por que había vuelto, había recuperado a mamá.
-Mamá, ¿alguna vez te he dicho que te quiero?.-susurré casi llorando.
-Si, mi vida, claro que sí, pero yo te quiero mucho más.-me cogió la cara y me dió un beso en la frente.
Miré por encima del hombro de mamá y todos estaban atentos a nuestra conversación, esperando para poder abrazarme.
Yo pensaba que solo estarían esperandome aquí: mamá, Charlie, Dani, Susana y alguien más pero mi idea al lado de la realidad se había quedado pequeñísima, había venido hasta Álex..., este es el último sitio en el que imaginaria encontrarmelo, ¡Vaya!, toda una sorpresa.